El ministro de Finanzas le envió un “papelito” con un mensaje a la diputada kirchnerista Gabriela Cerruti, quien explotó a los gritos. El presidente de la bicameral, José Mayans, decidió levantar abruptamente la reunión “por desorden”.
Por Melisa Jofré
En un verdadero escándalo se levantó este miércoles la sesión de la Bicameral de Deuda en el Senado, donde exponía el ministro de Finanzas, Luis Caputo. A la picante reunión que ya se vivía, con preguntas de la oposición sobre su vínculo con sociedades offshore y el nivel de endeudamiento, más el corte de luz al mediodía, se sumó una insólita situación en la que el funcionario le envió un mensaje a la diputada kirchnerista Gabriela Cerruti a través de un “papelito”.
Cuando ya habían pasado más de tres horas del encuentro, desarrollado en el Salón de las Provincias, se encontraba haciendo uso de la palabra el senador Fernando “Pino” Solanas. Fue en ese momento que Cerruti saltó de su silla a los gritos, mostrando el papel que el secretario de Caputo le había enviado, con la inscripción: “Mis hijas tienen 11 y 13 años. No seas tan mala”, acompañado por una carita feliz.
La legisladora explotó y el presidente de la comisión, el senador justicialista José Mayans, comenzó a pedirle a la diputada que se siente. “Si no hay orden levanto la sesión”, repetía el formoseño, cuando el ministro, a su lado, le dijo: “Igual levántala porque nos vamos”. “El ministro pide levantar por el tema del compromiso”, expresó Mayans, quien luego aclaró en declaraciones a la prensa que “estaba pactado que durara desde las 9 hasta las 13”.
Ante el final abrupto, Caputo se fue por la puerta que conecta con la Cámara de Diputados, en vez de salir por el Senado. Mientras, los diputados kirchneristas comenzaron a contar su versión sobre lo que había pasado. Cerruti confirmó que el mensaje “lo escribió él (por el ministro). Él me mira y me dice que lo mire”.
La legisladora consideró que la actitud de Caputo fue “machista, misógina” y porque “no quiere responder; le faltaban un montón de cosas por aclarar”. “Estaba mintiendo desde el primer momento. Intentó pudrir la sesión con esto, hizo una banalización”, reclamó.
En tanto, el jefe del FpV-PJ en Diputados, Agustín Rossi, señaló: “Es una manera absolutamente impropia de referirse a una diputada”. “Que se vaya del Gobierno. No puede un ministro tratar así a una diputada”, manifestó, pidiendo la renuncia de Caputo.
El encargado de confirmar que efectivamente ese papel provino del ministro fue el diputado macrista Eduardo Amadeo, quien aseguró que mientras él estaba hablando “la diputada Cerruti le hizo un comentario sobre los hijos. ‘Pensá en tus hijos’, una cosa así”. Amadeo remarcó que fue “un diálogo de atrás” y justificó: “Él, que es un ser humano, le contestó”.
Por su parte, en declaraciones a parlamentario.com, el jefe del interbloque Cambiemos en el Senado, Luis Naidenoff, lamentó el final de la reunión y dijo que “veníamos de una jornada con mucho respeto” donde “el ministro despejó todas las dudas”.
Después de poco más de media hora de ese final caótico, Caputo pidió disculpas: “Reaccioné como padre y no como funcionario público. No era el lugar ni la forma, les pido disculpas a todos”. “En ningún momento tuve la intención de ofender a nadie. Estuve cuatro horas y media contestando absolutamente todas las preguntas”, agregó.
Cabe destacar que días atrás, en el programa Intratables (América), la diputada Cerruti mencionó que el ministro le había transferido la empresa Axis a una de sus hijas.
La exposición
Caputo arrancó la reunión refiriéndose al estado de la deuda, la cual dijo que está en el orden del “30 por ciento sobre el producto”. En su alocución inicial, ratificó el rumbo económico del Gobierno nacional, defendió el “gradualismo” y dijo que la deuda comenzará a “descender” a partir de 2021. También sostuvo que el financiamiento “es el reflejo del déficit”.
A la hora de ser consultado por su participación en el circuito offshore, el ministro de Finanzas aseguró que poseer estas sociedades “no es delito” y dijo tener “todo bien declarado”. Aseguró además ser “tenedor fiduciario” y no propietario de una de las firmas que aparecen en el informe de la SEC (Comisión de Valores de Estados Unidos), y que se conoció a través de investigaciones periodísticas de La Nación y Perfil. Luego, en respuesta a Rossi, también negó favorecer a la empresa Axis.
Además, el funcionario se defendió de las acusaciones de haberse beneficiado con la compra de dólar futuro. “Se acusa a mí y a mi mujer de que ganamos 30 millones de pesos. Ni yo ni mi mujer ganamos ni 30, ni 10 ni cinco, ni uno”. Recordó que cuando el presidente Mauricio Macri estaba en campaña y prometió que iba a levantar el cepo cambiario, “se generó que mucha gente tuviera intención de comprar dólares futuros para eventualmente favorecerse”.
“El Banco Central y el gobierno pasado empezó a vender miles y miles de millones de dólares a una fecha futura. Los vendían al precio del dólar comercial. Estaban vendiendo activos del gobierno argentino a 20, 30 por ciento por debajo del valor que el mercado estaba dispuesto a pagar, a una fecha en la que ellos ya no iban a estar”, continuó.
Y completó: “¿Qué hice yo? Vendí todos mis contratos futuros. Está todo documentado. Yo decidí no beneficiarme porque no me parecía bien. Me parecía que era una situación ruinosa para todos los argentinos”.
