Legisladores porteños de la oposición, junto a diversas instituciones y organizaciones sociales y ambientalistas criticaron duramente este miércoles las modificaciones que el Gobierno de la Ciudad intenta introducir a la Ley de Basura Cero para incinerar una parte de los residuos que producen los porteños y advirtieron que, de avanzar esa iniciativa oficial “se podrían perder unos 5000 puestos de trabajo” y “afectaría aún más el medio ambiente”.

Al respecto la presidenta del Bloque Peronista, María Rosa Muiños, afirmó que “estamos reunidos en esta Legislatura junto a especialistas, representantes de la Defensoría del Pueblo, funcionarios y representantes de trabajadores, para analizar la información sobre la cuestión de lo residuos” y consideró que “este es un tema muy complejo, donde el Gobierno presentó un proyecto de ley pidiendo modificaciones a la ley original conocida como de 'Basura Cero', justamente modificando las metas que se habían propuesto en un principio; muchas de esas metas ya fueron incumplidas y creemos que hay una perspectiva de no cumplimiento”.

“El Gobierno de la Ciudad está proponiendo otro destino de esa basura, esas toneladas de basura que no tienen que ser enterradas, y que no está claro aún cuál de todos los sistemas que se están utilizando en el mundo es el que va a ser utilizado en nuestra Ciudad”, remarcó.

Por su parte el exlegislador y Defensor adjunto del Pueblo de la Ciudad, Gabriel Fuks, explicó que está “muy preocupado porque la información sobre el futuro de los residuos que circula hasta el momento es muy poca” y añadió que “acá hay una gran preocupación de los trabajadores recolectores de residuos, puntualmente sobre su futuro y el futuro de los puestos de trabajo porque la ley de basura cero, que ya tiene 11 años aproximadamente, incorpora a 5000 trabajadores informales de la Economía Popular y este trabajo está en peligro”.

Finalmente el funcionario destacó que “otras de las preocupación para nosotros es lo poco que informa el gobierno de (Horacio Rodríguez) Larreta sobre el futuro de esos residuos; qué tecnología se utilizará en el futuro para incinerar esos residuos y cómo afectarán en los puestos de trabajo. Otras preocupaciones es la falta de respuestas a las organizaciones barriales y ambientales de cuál será el impacto ambiental de esa forma de terminar con los residuos en el territorio porteño”.