Se realizó este martes en la Cámara de Diputados el debate por la despenalización y legalización del aborto, con la participación intercalada de oradores a favor y en contra de los proyectos que proponen la interrupción voluntaria del embarazo.

Ante el plenario de las comisiones de Legislación General, Legislación Penal, Familia y Salud expuso en primer lugar la médica pediatra Paola Basualdo, quien remarcó que “desde que se forma el cigoto, un ADN nuevo surge y de esta manera se diferencia de los padres”. “No solo es vida y es un ser humano, sino que sería injusto evaluarlo por si puede sobrevivir o no al útero, porque hay una vida intrauterina y una extrauterina. Por eso tiene derecho a vivir”, añadió la doctora.

Por su parte, María Teresa Bosio, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir y docente de la Universidad Nacional de Córdoba, sostuvo: “Las feministas decimos que la vida no es sólo el desarrollo de células que se van multiplicando, implica también que se pueda gozar de una calidad de vida, la responsabilidad de acompañar esa vida desde un deseo subjetivo, desde la autonomía, de personalizarla, de darle entidad. Las mujeres no somos envases”.

En contra de la iniciativa, María Marta Rodríguez, directora de formación de Frente Joven, enfatizó que “ya se demostró científica y medicamente que la vida comienza desde la concepción; desde la perspectiva legal y jurídica, que un ser vivo de la especie humana es una persona humana; se demostró también desde una perspectiva social y de salud pública que no mueren miles de mujeres por aborto. Se mueren más mujeres queriendo tener a sus hijos que queriendo abortar”.

También en contra del proyecto habló Leandro Jacobi, de la de agrupación “Gobernar bien” de Entre Ríos, quien advirtió que “la educación sexual integral es una materia pendiente no solo desde el Estado sino desde toda la sociedad”. “Tenemos una gran responsabilidad para prevenir el abuso sexual infantil, todo tipo de maltrato y embarazos no planificados y no deseados”, consideró y agregó que “es imprescindible mejorar el sistema de adopción”.

Una de las expositoras famosas de la jornada fue la conductora televisiva Verónica Lozano, quien pidió realizar “un ejercicio” y “ponerse en el lugar” de la mujer embarazada. “Invito a que abracen a esa mujer, la miren a los ojos, no la juzguen y le den las herramientas necesarias para que pueda interrumpir el embarazo sí que así lo desea”, propuso la actriz, que además es de psicóloga. Asimismo, solicitó a los diputados que sean “políticamente incorrectos y que deje de ser piantavotos legalizar el aborto”.

Por su parte, la exdiputada y actual parlamentaria del Mercosur Fernanda Gil Lozano, manifestó que “el aborto debe ser la última alternativa” y aseveró que “las mujeres abortamos desde el origen de los tiempo hasta hace un minuto”. “Restringir el acceso al aborto no reduce el número de abortos”, afirmó y puso de relieve la importancia de “elaborar una propuesta integradora”, al decir que con la legalización “no va a haber más abortos” sino que “las mujeres con educación vamos a tener una decisión más inteligente”.

Otra de las oradoras en contra fue la abogada Ludmila Viar, del Centro de Bioética Persona y Familia, que subrayó: “Ante el problema de los abortos clandestinos es deber del Estado buscar soluciones que no vulneren el derecho fundamental a la vida”. “Corresponde sancionar leyes que avancen en la protección de los derechos de la madre vulnerable y el niño por nacer”, agregó.

A su turno, la legisladora porteña Victoria Montenegro (Unidad Ciudadana) reconoció que “hasta no hace mucho” estaba en contra del aborto legal. “No voy a negar que fue difícil cambiar de opinión”, expresó, pero enfatizó que quienes cumplen con responsabilidades políticas “debemos representar un interés más alto que el propio”.

“No se trata de lo que yo elegí ni de elegiría en el futuro, se trata de comprender una demanda social y responder por ella”, sostuvo la kirchnerista. Además de resaltar que el aborto es “un problema de salud pública”, consideró que “también es una lucha por los derechos humanos” y, en ese sentido, opinó que “obligar a gestar es torturar”.