A instancias del kirchnerista Guillermo Carmona, suscribieron un proyecto cuestionando los hechos ocurridos como consecuencia del traslado de la nueva embajada de Estados Unidos a Jerusalén.
La polémica inauguración de la nueva sede de la Embajada de Estados Unidos en Jerusalén (Israel), el lunes pasado, motivó la presentación de un proyecto de declaración en el Congreso por parte del diputado nacional Guillermo Carmona (FpV-PJ), debido a que suma “un nuevo elemento que profundiza la violencia y cuyas consecuencias las sufrirán las poblaciones civiles que habitan ese territorio”.
Así lo fundamenta la iniciativa, la cual advierte que esa acción del país del Norte incorpora más conflictividad “al clima de tensión en Jerusalén y en gran parte del Medio Oriente, que por su extrema gravedad ya es abordado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, además de violar normas del derecho internacional en una grave disputa de intereses que aún no se ha podido resolver y cada tanto reverdece.
De hecho, el legislador que representa a Mendoza resalta que las consecuencias directas de esa decisión unilateral estadounidense fueron la masacre de unos 60 palestinos y las heridas causadas a otros casi 3.000 manifestantes por parte de las tropas israelíes durante las protestas del mismo día, lo que devino “en la jornada más sangrienta desde la ofensiva israelí de 2014 en Gaza y desde el inicio de una ola de movilizaciones palestinas, en marzo”.
A la luz de los hechos, y debido a la gravedad que connota la situación observada, la propuesta cuenta con el acompañamiento del presidente del bloque de diputados justicialistas, Agustín Rossi, y sus pares Adrián Grana, Alberto Ciampini, Eugenio Basterra, José Luis Gioja, Daniela Castro y Horacio Pietragalla.
En vista de estos acontecimientos, el también vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la Cámara de Diputados solicita que este ámbito declare “su rechazo y preocupación por la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de proceder al traslado y la apertura de la embajada de Estados Unidos en la ciudad de Jerusalén”.
Argumenta al respecto que esa medida “rompe el consenso de la comunidad internacional en torno al estatus político y jurídico de ese territorio, a la vez que supone un serio obstáculo para un proceso de paz que busque alcanzar una solución completa, justa y duradera del conflicto palestino-israelí”.
El pedido profundiza aún más en su intención de desalentar un escenario cada vez más conflictivo al exhortar a que la Cámara Baja de la Nación manifieste abiertamente “ׅsu enérgico y categórico repudio por los hechos de violencia que tuvieron lugar en la Franja de Gaza y que han dejado un saldo de decenas muertos y heridos entre la población palestina”, para inmediatamente llamar “a las partes involucradas a evitar provocaciones y decisiones que puedan causar un mayor número de víctimas entre la población civil”.
