Autodefinido como “uno de los pocos indecisos que quedan” frente al debate sobre el aborto, el diputado nacional del Pro Facundo Garretón habló este lunes de las intensas presiones que recibe sobre su voto en la sesión de este miércoles, y aclaró que ese día resolverá su voto.

En diálogo con FM La Patriada, el legislador tucumano reiteró su postura: si bien originalmente está en contra del aborto, entiende que “la despenalización es una herramienta para bajar los abortos”. Así las cosas, admitiendo que la despenalización “puede ser una buena herramienta”, aclara que todavía no tiene una posición definitiva. “Estoy en este debate, yo represento a los tucumanos y la sociedad acá es muy conservadora”, puntualizó, ante lo cual ha buscado profundizar ese debate antes de resolver su voto a través de una plataforma en internet donde recibe la opinión de sus comprovincianos en torno al tema.

Garretón admitió la influencia que tiene la Iglesia en la sociedad, pero advirtió sobre las “posturas muy extremas” que se han planteado en esta discusión. En ese sentido dijo haber recibido “amenazas, agravios de todo tipo”. Entre ellas, “amenazando que no vuelva a Tucumán si iba a votar de tal o cual forma”, aunque relativizó la situación y dijo que no hay que darle importancia al tema.

“No me está afectando a mí personalmente”, aseguró, e incluso relativizó también la presión ejercida por el arzobispo de Tucumán, que llegó a nombrar a los diputados tucumanos durante un tedeum. “Yo soy agnóstico y entiendo que la Iglesia juega su ficha y está dando su punto de vista, y está bien”, señaló, advirtiendo sí sobre la presión social que siente: “Desde que dieron mi teléfono públicamente, me despierto todos los días con 300 mensajes de whatsapp… Eso no está bueno, pero se está jugando así, qué va a hacer”.