La presidenta de la Comisión de Salud, que rechaza la interrupción voluntaria del embarazo, aseguró que “legalizar el aborto no es el único camino a tomar para evitar muertes de las mujeres”.

Opositora al proyecto, la diputada del Pro consideró que el debate “parte de un conocimiento científico cierto y probado como es que hay vida desde el momento de la concepción”, la cual “es una verdad que ya nadie discute”.

Sin embargo, dijo que el progresismo pone en discusión este aspecto “en nombre de la modernidad” y quienes lo defienden “vendríamos a ser los rancios conservadores”. Lo calificó entonces como “un postulado engañoso”.

Para la legisladora, “la libertad es un valor noble, pero debemos tener cuidado cuando en nombre de la libertad violentamos los derechos de otros”. “Disponer de nuestro cuerpo no puede implicar el daño al cuerpo de otros. El niño que crece en el vientre de cada una de nosotras tiene también derecho a expresarse, pero si no le damos vida no puede expresarse”, sostuvo.

La macrista enfatizó que “el embrión no es un órgano de la madre” y reiteró: “no hay libertad de elección si no hay vida. La libertad centrada en uno mismo no es libertad sino egoísmo”.

Señaló que en el debate que se dio en comisión se escuchó que “la mayoría de estas mujeres sufren acoso psicológico de su entorno y luego sufren esa decisión tomada”. Apostó entonces por “redoblar los esfuerzos con la educación sexual, la contención psicológica, el apoyo obstétrico, son medidas que pueden ser transformadas en políticas de Estado”.

“Si nos equivocamos con esta ley, el daño va a ser irreparable”, subrayó.