Hoy es un día nuevo en la Argentina, las diputadas y los diputados de la Nación, luego de dos meses de escuchar posiciones a favor y en contra del proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo debatimos, desde la mañana, para exponer nuestras razones que son las razones de quienes representamos.

La potencia del movimiento de mujeres hizo posible que el proyecto llegara al recinto para ser debatido, con muchas firmas de todas las bancadas, definiendo que Argentina ya no será la misma, que el aborto legal, seguro y gratuito puede ser una realidad.

Porque hoy no termina nada, continúa este largo camino que las mujeres decidimos emprender hace mucho tiempo, por nuestros derechos, para que dejen de estigmatizarnos y culpabilizarnos por tomar decisiones que nos pertenecen. El próximo paso es el Senado, donde se definirá la consagración o no de este nuevo derecho.

El objetivo es que todas las personas con capacidad de gestar puedan decidir o puedan tener al menos una oportunidad al amparo del Estado porque la realidad es la que todos y todas conocemos.

Si la ley sale, quedarán pendientes la reglamentación y la implementación porque, como sabemos, una ley no termina con los prejuicios, somos nosotras, el movimiento de mujeres que se puso al hombro también esta lucha, quienes deberemos observar que la ley que hoy aprobamos no sea letra muerta.

Quiero agradecer además a todas y cada una de las personas que nos hicieron llegar mensajes con su posición al respecto, a las y los expositores que se ofrecieron para participar y hacernos conocer la realidad desde su ámbito de incumbencia.

Anoche ha terminado en la Argentina la hora de las ataduras y tutelajes machistas. Ha llegado la hora de la justicia social, la hora de las mujeres, la hora de la libertad.