La legisladora de Evolución Inés Gorbea impulsó en la Legislatura porteña un proyecto para modificar la Ley N° 3.330 de Talles, con el objetivo de que en la Ciudad existan un mínimo de diez talles en los establecimientos comerciales cuya actividad principal, accesoria u ocasional sea la venta, fabricación o provisión de la indumentaria. Además, establece que los talles deben regirse a través de la tabla de medidas difundida por el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM) de la serie 75300.

La iniciativa sostiene que los locales que vendan indumentaria quedarán exentos de dicha obligación cuando la venta sean de productos discontinuos o en liquidación por fuera de temporada, circunstancias que deben ser anunciados al público de manera precisa mediante carteles que indiquen dicha situación.

Asimismo, el texto propuesto por Gorbea prevé sanciones para quienes incumplan con la Ley, siendo la “reincidencia” un agravante. Cabe remarcar que de acuerdo de la normativa vigente el titular de un local de indumentaria que incumpla la medida “será sancionado con multa de 300 a 10 mil unidades fijas -es decir, multas de hasta 111.500 pesos-“, en caso de reincidencia se lo sanciona con la clausura del establecimiento por un plazo de hasta 30 días”; mientras que los fabricantes que no cumplan con la Ley son sancionados con “multas que van de 15 mil a 25 mil unidades fijas –es decir, penas de hasta 278.750 pesos-“, en caso de reincidencia se lo sanciona con la clausura de la fábrica o taller por un plazo de hasta cinco días.

En los fundamentos de la medida, Gorbea explicó que en la norma actual “la tabla de talles aún no está definida, una ley así permite que los fabricantes hagan trampa y en vez de ofrecer talles mas grandes confeccionan más chicos, es por eso que se necesita una tabla amplia que comprenda talles variados con el propósito de respetar el derecho a la igualdad en las oportunidades de los talles para los consumidores”.

A su vez, la legisladora consideró que con esta norma se “tiende a combatir la discriminación provocada por la fabricación y posterior comercialización de prendas de vestir en donde las medidas excluyen a la mayoría de la población” y que propone “también lidiar contra la discriminación de ciudadanos y ciudadanas que no encuentran su talle en el mercado, habilitando la vía de la denuncia por parte del consumidor o de asociaciones, e incluso la posibilidad de actuar de oficio la autoridad de aplicación, a los fines del control y sancionar aquellos comercios que se encuentren en incumplimiento de la presente ley”.

“La problemática de los talles, se ha vuelto una especie de carga y preocupación para muchos de los vecinos que habitan la ciudad, ya que a pesar de existir una ley, se sigue sin conseguir la gran mayoría de los talles en los comercios; vulnerando de esta manera la desigualdad en las oportunidades, para conseguir talles acorde al cuerpo de cada uno”, advirtió y sentenció que “esta exclusión del consumidor puede causar graves deterioros físicos y mentales, por imponerles que logren alcanzar una perfección irreal para poder vestirse y verse acorde a la moda, y ante esta situación una gran mayoría de los consumidores se ven frustrado al no lograr alcanzar y encontrar su talle en los comercios”.