El tema del aborto es seguramente el que despierta más expectativas en el Congreso de la Nación, pero no es la ley que desvela al Gobierno para lo que resta de este año legislativo. El Presupuesto, claramente, es la obsesión del Poder Ejecutivo, conforme el acuerdo con el Fondo Monetario y los condicionamientos que el mismo genera y que desembocarán precisamente en el proyecto de Presupuesto.

Por estas horas muchos se preguntan si el Gobierno querrá negociar con el peronismo, o bien terminará gobernando con el Presupuesto del año actual. Clave en todas las leyes que deben salir del Congreso, Miguel Pichetto rechaza que el Gobierno avance en ese sentido: “La prórroga sería un grave error y tendría una lectura muy negativa en el marco internacional y fundamentalmente en el FMI”, advierte.

El jefe del interbloque Argentina Federal sugiere que, por el contrario, el Gobierno se avenga a negociar y que al hacerlo tenga “cierta cuota de flexibilidad” con el fin de poder “arribar a un acuerdo con los gobernadores”.

En diálogo con Clarín, Pichetto sostuvo que el acuerdo que necesita el Gobierno será factible “con política, con diálogo, con equidad, con responsabilidad, con equilibrios y distribuyendo adecuadamente las cargas para que no haya provincias que estén privilegiadas por encima de otras”.

Pichetto habla de “la construcción de un consenso político imprescindible”, que a su juicio también le permitiría darle “seriedad institucional” a un momento como este “tan complejo de volatilidadque vive la economía argentina”.

“El Gobierno deberá tener cierta cuota de flexibilidad, lo que no tuvo con las tarifas”, facturó el legislador rionegrino, quien respecto de la posibilidad de que se decida prorrogar el actual Presupuesto advirtió que “no son buenas las experiencias de países que ni siquiera pueden votar una ley de presupuesto”.

Admitió que en ese presupuesto habrá que hacer restricción de gastos y la baja del déficit que reclama el Fondo y quiere el Gobierno, pero señaló que “debe verse de qué lugares y partidas se hace el recorte”.

En ese sentido recordó que “los sectores más débiles no pueden ser tocados”.