El jefe del interbloque Argentina Federal en el Senado, Miguel Pichetto, responsabilizó “a la Iglesia y a grupos provida” que se oponen a la legalización del aborto por el robo de su identidad en la red social Twitter, a través de una cuenta falsa denominada @SenadorPichetto, que fue dada de baja este viernes.

“Detrás de la operación de la que he sido objeto están en todos aquellos que no solo están en contra del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, sino también del debate democrático y de los nuevos derechos como es este que viene reclamando el colectivo de mujeres”, advirtió Pichetto en un comunicado.

Tal como había anunciado, el legislador presentó este viernes -a través del apoderado del Senado, Juan Carlos Salerni- una denuncia penal por suplantación de identidad, que quedó radicada en el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nro. 4 a cargo de Ariel Lijo, como causa número 11312/18.

En el texto se denuncia la existencia de “una cuenta activa” a nombre de Pichetto, la cual “en modo alguno le pertenece ni fue abierta por él”, pero que hasta este viernes tuvo “más de 120 seguidores, entre los que se cuentan legisladores, periodistas y diversas entidades civiles”.

“El senador Pichetto no participa de ninguna red social y manifestó su preocupación no solo por el delito de falsear su identidad, sino también por las manifestaciones que allí se puedan publicar y adjudicárselas falsamente a su persona”, dice la denuncia, y agrega que “la situación es de suma gravedad ya que perjudica personal, moral y políticamente al senador”.

Además, señala que “su falso ‘alter ego digital’ hace publicaciones de inadmisible tenor que de ninguna manera reflejan las convicciones y filosofía de vida del verdadero Miguel Ángel Pichetto”.

Por ejemplo, un tuit publicado el 7 de julio indicaba: “No tiene nada que ver lo que se haya robado la presidenta, hoy tiene fueros y por eso la protegemos, es lo que corresponde a un correcto espíritu de camaradería”.

Otro tuit citado en la denuncia decía: “Las mujeres que deciden matar a sus hijos no deberían ser perseguidas. Es una difícil decisión que toman, no les sumemos más problemas”.