El presidente de la Nación, Mauricio Macri, confirmó este martes la transferencia de las empresas de servicio eléctrico a los gobiernos de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta. Además, consideró que es una medida “justa”.
Luego de varias semanas de negociaciones y en concordancia con el pedido de los gobernadores peronistas, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, confirmó este martes el traspaso de las empresas de energía eléctrica Edenor y Edesur a la provincia de Buenos Aires y a la Ciudad, dado que consideró que se trata de una medida “justa” y que permitirá “equilibrar el gasto estatal”.
Cabe remarcar que el traspaso de las distribuidoras del servicio eléctrico era uno de los principales reclamos que los gobernadores peronistas le hicieron al mandatario, cuando les planteó la necesidad de cumplir con un plan de ajuste del gasto público, como lo exigió el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En ese sentido, Macri resaltó que era un “reclamo lógico de las provincias sobre los subsidios que recibe la provincia y la Ciudad de Buenos Aires, porque es cierto por política del gobierno kirchnerista había un gran desfasaje y es por eso que las tarifas han subido más en Buenos Aires que en el interior para que se reconozca el verdadero valor de la energía”.
Asimismo, insistió en que la Argentina pasó de ser un país que exportaba energía a importarla y advirtió que “esto nos llevó a una situación catastrófica que casi nos lleva a ser Venezuela”. También destacó que actualmente “estamos al 70% del valor de la energía, arrancamos en poco del 10%”.
“La buena noticia es que en estos dos años y medio trazamos un plan con gobernadores, sindicatos y empresas y hemos producido cada vez más y en dos años seremos exportadores netos de energía y eso es más competitividad”, concluyó en dialogo con Cadena 3.
Por otra parte, en el marco de esas negociaciones, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, deberán asumir además el peso de unos 11 mil millones de pesos de subsidios que financian los colectivos y trenes metropolitanos. Además, continúan las reuniones por la transferencia de la compañía de agua potable AySA, a la que los alcaldes se oponen rotundamente.