Después de varios meses de silencio y perfil bajo, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció este viernes en un acto público. Aunque el momento en el que se dio esa vuelta a la escena no fue el mejor, pues luego de venir en ascenso conforme el agravamiento de la crisis que afecta fuertemente al Gobierno de Cambiemos, la reaparición de la exmandataria se dio justo cuando estalló el escándalo de corrupción que la tiene en el centro de la escena.

Como sea, la senadora nacional se presentó este viernes puntualmente en el acto organizado por la seccional Cañuelas del gremio de los mecánicos, SMATA, con su secretario general Ricardo Pignanelli como anfitrión principal. Y junto a cristina, la otra figura principal fue el líder camionero Hugo Moyano, que concurrió junto al exdiputado nacional Omar Plaini.

Antes del acto, al que no se permitió el ingreso de la prensa, se difundió una fotografía en la que se ve también a la diputada nacional del gremio de los judiciales Vanesa Siley.

Al concluir el encuentro, Moyano expresó en un contacto con la prensa desde su automóvil que había sido una “muy buena reunión”. “Hablamos de todo, fue muy importante”, sintetizó.

“Después de tanto tiempo, muy buena reunión”, insistió, comentando que lo habían invitado “los compañeros mecánicos, y estaba ella y nos saludamos… Después de muchos años”. De cara al futuro y a una eventual alianza con Cristina, Moyano expresó su deseo de “unir a todo el peronismo. Esa es la misión que yo me impuse, y estamos juntándonos con todos los sectores sociales, sindicales y políticos que piensen más o menos como nosotros”.

Consultado sobre los cuadernos de Centeno, Moyano minimizó el tema: dijo primero que no habían hablado con la expresidenta de ese tema, y luego se volvió irónico señalando que “primero hablaban de carpetas, ahora son cuadernos, mañana serán libretas, después libretitas…”. Entre risas dijo luego que tenía “miedo” de que en el futuro fueran a reclamarle por alguna deuda de su madre en alguna libreta de almacenero.