En diálogo con parlamentario.com, el justicialista José Martiarena critica la política económica del Gobierno y plantea que el Congreso debe “recuperar” facultades sobre la toma de deuda, ante “el salvaje ajuste que se viene”.
Muy crítico de la política económica de la gestión de Mauricio Macri, el diputado José Luis Martiarena afirma que el “Fondo Monetario es un salvavidas de plomo que nos va a llevar al fondo del mar”, al referirse al acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el organismo internacional.
En diálogo con parlamentario.com, el legislador por Jujuy explica cuáles son las ideas que planteó días atrás a través de una “carta abierta a los argentinos”, donde propone que el Congreso “recupere” facultades en la toma de deuda pública.
Para el justicialista, hay que “poner un freno” al “proceso de destrucción” que, en su opinión, lleva adelante el gobierno de Cambiemos. Además, considera que el peronismo tiene “una enorme responsabilidad” de “construir una alternativa superadora” ante “la crisis que se va agravando día a día”.
- Días atrás usted escribió una “carta abierta a los argentinos”, ¿con qué objetivo?
- Así es. He hecho una carta abierta a los argentinos, que ha sido elevada a los presidentes de los bloques peronistas, al presidente de la Cámara (de Diputados Emilio Monzó) y a los presidentes de las Comisiones de Presupuesto y Hacienda, y a la de Finanzas. Allí plasmo una propuesta que apunta a llevar adelante una acción legislativa para poner un freno a un proceso de destrucción nacional que está llevando adelante el gobierno de Cambiemos, y que va a provocar graves consecuencias socioeconómicas en nuestro país.
- ¿Qué medidas concretas plantea?
- En primer lugar, apunto a que el Congreso Nacional recupere sus facultades, que fueron delegadas en el año 1992, y entiendo que estas facultades son indelegables; ninguna ley puede pasar por encima de lo que consagra la Constitución Nacional en su artículo 75, con referencia a que el Congreso es el que debe contraer empréstitos sobre el crédito de la nación y arreglar el pago de la deuda interior y exterior. Hay un proyecto de ley que tiene media sanción, aprobado por la Cámara de Senadores, que está en las dos comisiones. Planteo que se dictamine y se debata este tema porque tiene vencimiento el 30 de noviembre de este año. Allí se propone modificar la Ley de Administración Financiera por la cual se otorgaron esas amplias facultades al Poder Ejecutivo. Considero que no ha sido buena esa decisión en su momento.
Por otra parte, propongo también que se audite y se transparente toda la deuda pública. Que el Congreso Nacional por medio de un equipo técnico de la Auditoría General de la Nación, audite toda la deuda externa desde su origen. Muchos gobiernos constitucionales prometieron en campañas electorales antes de pagar la deuda, auditarla. Es muy importante que este Congreso le dé una clara explicación a todos los argentinos sobre qué pasó con el origen de esta deuda, que sobre todo del ‘76 para acá se fue engrosando.
- ¿Su propuesta tiene como origen el acuerdo entre el Gobierno nacional y el FMI?
- Sí. Nos preocupa muchísimo toda la política de fuerte endeudamiento externo que ha llevado adelante el presidente (Mauricio) Macri desde el 2015 hasta ahora. Ninguna nación es verdaderamente libre si no ejerce el poder de decisión sobre su vida económica. El Gobierno fracasó con su plan económico, por eso a las apuradas, e incluso dejando de lado al Congreso, tomó la decisión de acudir al FMI y tomar un crédito de 50 mil millones de dólares. El FMI es un instrumento de dominación extranjera al servicio de Estados Unidos y la Argentina debe tener independencia económica; de esta manera el Gobierno le ha entregado prácticamente el control de la economía nacional al FMI. Tampoco es ahora que este Fondo es buenito, se quiere proyectar una imagen angelical, cuando sabemos las consecuencias que trae el Fondo y que es un salvavidas de plomo que nos va a llevar al fondo del mar.
Desde el peronismo reivindicamos plenamente la necesidad de que nuestro país reconquiste la justicia social, la independencia económica y la soberanía política; y que el Congreso recupere las facultades y frene el salvaje ajuste que se viene.
- ¿Qué futuro ve en el plano económico a partir de esta decisión?
- Evidentemente este acuerdo va a ser una profundización de una política de ajuste que se enmarca dentro de un modelo de especulación financiera. Nos preocupa mucho la baja del consumo, el cierre de PyMEs y emprendimientos; no compartimos para nada esta política de ajustar sobre los sectores más débiles y de proponer un achicamiento de la actividad económica, del Estado, y creemos que es un camino equivocado.
El único y mejor camino para que Argentina se reactive social y económicamente es expandir la economía, fortalecer los sectores productivos, definir y formular políticas que apunten al desarrollo industrial. Pero este gobierno tiene una mirada centralista del país, no entiende que la Argentina es diversa y se necesitan políticas diferenciales, dentro de un plan nacional estratégico, que no hay.
- En su último informe en Diputados, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo que “las cosas no están tan mal como algunos dicen”. ¿Qué opina?
- Ellos tienen una concepción ideológica neoliberal, gobiernan para los sectores más concentrados y creen una política de derrame. La verdad es que no quieren mirar la realidad de la Argentina. Cada vez hay más pobres, más personas en situación de calle, más trabajadores desocupados, jubilados que no les alcanza el salario para llegar a fin de mes. Cada vez más angustia. Esa es la realidad y no lo que periódicamente el jefe de Gabinete pretende mostrarnos como una película de ficción. Creo que el Gobierno está en una actitud absolutamente cerrada e inflexible.
- Usted integra el interbloque del llamado peronismo “dialoguista”, ¿cómo cree que tiene que actuar el justicialismo de cara a 2019 ante este contexto?
- Definitivamente, frente a un gobierno que ha fracaso, y frente a la crisis que se va agravando día a día, el peronismo tiene una enorme responsabilidad. Hay que construir una alternativa superadora, aunque creo que este no es el tiempo de hablar de candidaturas, sino de debatir ideas, un proyecto de país, un modelo nacional, que no hay.
Creo que el peronismo tiene que tener la capacidad e inteligencia de construir un frente nacional, invitar a otras fuerzas políticas y que a partir de ahí se diseñe una estrategia electoral. Tiene que haber varios candidatos y poder dirimir en unas PASO.
- ¿Entonces es promotor de que el peronismo compita unido, con el kirchnerismo incluido como proponen dirigentes como Felipe Solá o Agustín Rossi?
- Sí, sí. Yo planteo la unidad del peronismo, pero que haya también un recambio dirigencial. Más que partido somos un gran movimiento nacional, donde se expresan distintas corrientes de pensamiento, dentro de ellas el kirchnerismo es una. Planteo que desde esa visión movimientista se reorganice el movimiento y se construya un frente nacional, aunque, repito, es necesario que haya caras nuevas.