Bugatti presentó al Divo, un superdeportivo del cual se fabricarán tan sólo 40 unidades. Todas ellas han sido ya vendidas por un precio de unos cinco millones de euros cada una.

Tiene modificaciones en el chasis y en la suspensión, además de soluciones aerodinámicas distintas, todo ello destinado a darle una mayor agilidad, mayor efectividad en circuito y una experiencia de conducción más precisa.

En la parte delantera, Bugatti ha instalado un nuevo paragolpes que también produce más presión descendente y desvía más aire hacia las tomas frontales del sistema de refrigeración, que tiene un rendimiento mayor. El capó también es de nuevo diseño, con tomas de aire que, entre otras cosas, contribuyen a una mayor eficiencia aerodinámica.

El motor es el mismo que Bugatti utiliza en el Chiron; tiene 16 cilindros dispuestos en W, 8.0 litros de cilindrada y desarrolla una potencia máxima de 1.500 CV de potencia. La tracción es en las cuatro ruedas y la caja de cambios es automática de tipo doble embrague y siete relaciones. Desarrolla una velocidad máxima autolimitada de 380 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en 2,4 segundos.

El Divo tiene un nuevo alerón trasero regulable en altura. Al igual que el del Chiron, puede actuar como elemento de ayuda a la frenada oponiendo mayor o menor resistencia al aire. Mide 1,83 metros de anchura, un 27% más que el del Chiron.

Para mejorar su rendimiento, el sistema refrigeración de los frenos también ha sido modificado. El aire que utiliza el sistema llega desde cuatro fuentes: un área de alta presión en la parte superior del paragolpes delantero, unas entradas en las aletas delanteras, una entrada en el radiador frontal y los difusores que están ubicados en la parte anterior de las ruedas. Al igual que en el Chiron, el sistema de frenos del Divo tiene una pantalla térmica diseñada para evacuar el calor pero, en este caso, está optimizada por el efecto de succión que crea la cortina de aire de las ruedas.