El presidente lo calificó como algo “histórico”, al dar un mensaje desde Casa Rosada, en el que además reconoció la crisis económica y anunció un paquete de medidas. Apuntó contra la “corrupción” y culpó también al caso de los cuadernos.
Luego de un fin de semana frenético en la Quinta de Olivos, el presidente Mauricio Macri habló desde Casa Rosada y aseguró que se está avanzando “muy bien” con la mayoría de la oposición en la confección del Presupuesto 2019 que debe ser enviado en los próximos días al Congreso.
En medio de una crisis económica y un nuevo acuerdo con el FMI, el mandatario dijo que “en lo que respecta al presupuesto estamos avanzando muy bien con dirigentes de la oposición; porque les recuerdo que nunca tuvimos mayoría en el Congreso, nunca”.
“Es histórico que un gobierno trabaje con la oposición en el presupuesto antes de ser enviado al Congreso”, destacó, y continuó: “tener un presupuesto acordado por una parte importante de la dirigencia política es demostrar que entendemos que tenemos que sacarle a la gente esta mochila cargada de un Estado que gasta mucho más de lo que tiene”.
Tal como viene haciendo el Gobierno, Macri justificó que factores externos, como la suba de la tasa de interés en Estados Unidos, el aumento del precio del petróleo y la sequía, provocaron que “quienes nos prestaban plata empezaran a dudar de nuestra capacidad”.
Pero, el jefe de Estado remarcó que “también otras dudas las generamos como argentinos, porque no fuimos capaces de demostrar unidad en nuestro compromiso de avanzar con las reformas estructurales. Me refiero a que se aprobaron leyes que destruían el presupuesto aprobado y eso obviamente generó un impacto negativo, un impacto que aumenta la percepción de riesgo de la Argentina, y el dólar empezó a subir”.
El mandatario consideró que “todo lo que pasó en estos días” hace que los “consensos básicos”, a los que llamó luego del triunfo en las elecciones legislativas de 2017, “son más urgentes que nunca”. “Invito una vez más a toda la dirigencia política a comprometerse con ellos”, dijo, en referencia al “equilibrio de las cuentas públicas; el trabajo formal y construir un Estado sin corrupción”.
Para Macri, “en estos meses se desataron todas las tormentas juntas, pero no por eso vamos a perder las esperanzas”. “Debemos madurar y no seguir viviendo por arriba de nuestras posibilidades, ni convivir más con la corrupción”, continuó.
El presidente señaló que “esto que nos está pasando ahora podía haber pasado en enero de 2016”, momento en el cual “no había reservas en el Banco Central, había un montón de cepos y distorsiones en la economía”.
Destacó el “apoyo inédito” por parte del Fondo Monetario Internacional por “el monto, la rapidez y las condiciones que conseguimos” para el préstamo, pero enfatizó que después de ese acuerdo “pasaron cosas que volvieron a sembrar dudas, los problemas de Turquía y sobre todo en Brasil”.
“Y la otra es el escándalo de los cuadernos, que sin dudas constituyen un antes y un después para terminar con la corrupción que tanta pobreza nos ha traído”, agregó Macri, en un discurso en el que mencionó varias veces la palabra “corrupción” para hablar de la gestión anterior.
Para el presidente la causa de los “cuadernos de las coimas”, por la que están detenidos empresarios y exfuncionarios K, y que tiene como implicada a Cristina Fernández de Kirchner, “en el corto plazo afecta la imagen del país y genera más dudas sobre nuestra capacidad de manejarnos con seriedad”.
“Hasta que la Argentina no tenga un presupuesto propio, que lo haga un país sólido e independiente, los argentinos vamos a estar expuestos a cualquier crisis externa”, expresó en otro tramo de su discurso.
En cuanto a las medidas económicas, confirmó la imposición de retenciones a las exportaciones. “Sabemos que es un impuesto malo, malísimo, que va en contra de lo que queremos transformar, pero es una emergencia y necesitamos de su aporte”, sostuvo.
Macri transmitió la decisión de “compactar más mi equipo”, con la reducción de ministerios; anunció refuerzos para asignaciones familiares en septiembre y diciembre; y el refuerzo para el programa de Precios Cuidados, sobre todo en los productos de la canasta básica.
“Hoy nos toca recorrer un momento difícil, entonces miremos la película no la foto”, pidió el presidente y subrayó que “esta crisis no es una más, tiene que ser la última”. También rogó enfrentar con “convicción, alegría, esperanza” a los “predicadores del miedo”, que “pronostican el caos”, y confesó que estos cinco meses fueron “los peores” de su vida “después de mi secuestro”.
