Son notorias las diferencias entre Elisa Carrió y sus ¿ex? correligionarios de la Unión Cívica Radical, y en particular entre la líder de la Coalición Cívica y el jefe del radicalismo, Alfredo Cornejo. Ahora este último tomó distancia de la diputada oficialista, aunque sin nombrarla, al salir en defensa del ministro de Justicia, Germán Garavano.

Un día después de que Lilita presentara un pedido de juicio político contra el funcionario, el gobernador mendocino consideró que las expresiones que despertaron la airada reacción de Carrió fueron sacadas de contexto. A su juicio, “es lógico que no es bueno” tener expresidentes presos.

Con relación a la repercusión de esas críticas en el interior del oficialismo, el gobernador de Mendoza expresó la aspiración porque en Cambiemos “haya una deliberación fuerte acerca de los principales temas de la agenda nacional”. En ese sentido reivindicó que desde el radicalismo están proponiendo temas que “creemos que son positivos, como la modificación para que todos paguen Ganancias”, y destacó que buscan “que podamos salir de la agenda del permanente ajuste para poder pasar a un proyecto de crecimiento y desarrollo”.

Puntualmente destacó que “nadie ha hecho más que el Gobierno de Cambiemos para que hayan funcionarios corruptos presos”, y en ese sentido destacó que “hay un vicepresidente preso y condenado; un ministro poderoso como (Julio) De Vido condenado; alrededor de 50 personas detenidas y eso ha ocurrido sólo porque Cambiemos está en el Gobierno”.

“Si hubiese ganado Scioli no hubiese ocurrido esto”, remarcó destacando que ese es “un activo de Cambiemos”, y puntualizó en ese sentido que “la Justicia está funcionando en materia de corrupción”.