La diputada provincial de Igualdad y Participación Silvia Augsburger participó del encuentro “Cuenta Del Plata”, convocado por la organización Basta de Demoler, donde se debatió el papel que tienen las legislaciones para mantener y preservar el patrimonio cultural y arquitectónico. La legisladora, impulsora junto con el diputado Rubén Giustiniani, de la “Ley de Patrimonio en Santa Fe”, remarcó la necesidad de que en la provincia se avance en sancionarla, y poder establecer así mecanismos claros de preservación.

“Hoy en Santa Fe no existe una política homogénea de planificación urbana, como tampoco hay instrumentos legales y de gestión que en toda la provincia permitan la identificación y catalogación del patrimonio arquitectónico. Las experiencias de preservación patrimonial son a través de ordenanzas municipales, lo que significa que hay muchos espacios que no estamos preservando”, manifestó la legisladora en el panel sobre legislación comparada, en el que participó junto a referentes internacionales en el tema.

En este sentido, Augsburger remarcó la importancia de que la legislatura santafesina avance en la ley de Patrimonio que impulsan desde el bloque Igualdad y Participación, junto a Rubén Giustiniani, elaborada en conjunto con el Colegio de Arquitectos Distrito 2: “Los bienes patrimoniales cumplen una función social en tanto que representan y encarnan valores con los que las sociedades se identifican, y forman parte de la construcción colectiva de la memoria. Es por esto que no deben ser entendidos solamente en su valor arquitectónico, sino también cultural. En la provincia de Santa Fe, el patrimonio es muy numeroso, pero con las políticas actuales, no es posible garantizar su cuidado y mantenimiento”, destacó.

El proyecto presentado tiene como objeto todo mueble o inmueble que a través de un proceso social y cultural de valoración, interpretación y consenso, se lo reconozca como patrimonio en tanto herencia cultural del pasado de una comunidad. Así la ley plantea la creación de consejos regionales, donde puedan intervenir diversos actores, entre quienes se encuentran quienes están y viven en la comunidad y son quienes pueden determinar el valor simbólico que un bien tiene para ese espacio.

“Una regulación de este tipo es fundamental también para evitar el lobby inmobiliario, creando un registro de bienes y espacios considerados patrimonio, y garantizando los recursos para poder sostenerlos, evitando la especulación del mercado inmobiliario y garantizando que se preserve un elemento que es parte de la historia y la identidad de las sociedades”, concluyó la legisladora.