En su visita a la Comisión de Relaciones Exteriores, el ministro destacó el propósito de entablar una “relación de confianza” para avanzar en la cuestión Malvinas.
El tema de la soberanía argentina en Malvinas despertó gran atención de parte de los legisladores durante la visita de Jorge Faurie a la Comisión de Relaciones Exteriores que preside Cornelia Schmidt-Liermann. En ese marco, el canciller explicó que la estrategia para la defensa de la soberanía tiene “como prioridad el diálogo”.
Además, dijo que en esa estrategia de diálogo “debemos considerar las posibilidades que ofrece la relación bilateral”.
En este punto de su exposición, los legisladores cuestionaron la declaración conjunta que Argentina e Inglaterra emitieron sobre Malvinas en 2016, cuando anunciaron trabajos de cooperación en distintas áreas. “No es un acuerdo, no es un tratado”, aclaró el funcionario remarcando que el texto no incluye “exigencias de ningún índole”, sino que “simplemente (se trata de) una hoja de ruta sobre los temas en los que pretendemos trabajar. Lo más importante: es una enumeracion de sectores en los que querríamos trabajar”.
Y ante el cuestionamiento de Nilda Garré respecto de que no ve los beneficios de esa estrategia, Faurie dijo que “esto vuelve al punto original: estamos trabajando en crear un clima de conflianza que nos permita sentarnos en una mesa de negociación sobre la soberanía”.
En ese marco defendió la conveniencia de tener “entendimientos firmes en temas sustantivos”.
Además, el funcionario explicó que “sabemos que no hay explotación de petróleo en las aguas en disputa”.
Un pasaje polémico se generó en torno a un planteo que hizo el legislador fueguino Martín Pérez (FpV), quien señaló que en una declaración al diario Clarín, al referirse a la relación con los kelpers, habló de “dos pueblos”, cosa que consideró “muy grave”, por cuanto el concepto pueblo “desde el punto de vista jurídico es el que se utiliza al de la libre autodeterminación de los pueblos”.
Faurie aclaró que había sido malinterpretado y que su objetivo era hablar de “poblaciones” y no “pueblos”.
Ante ello, el diputado kirchnerista Guillermo Carmona adelantó la presentación de un pedido de juicio político contra el canciller “por incumplimiento de deberes de funcionario público”, al acusarlo de haberle concedido la entidad de “pueblo” a los isleños que residen en las Malvinas.
