La Cámara civil rechazó que pueda ampararse en sus fueros parlamentarios para esquivar una demanda que le inició el administrador general de la Corte, Héctor Daniel Marchi.
La diputada nacional Elisa Carrió sufrió un revés judicial, en el marco de su batalla contra el extitular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
La Sala B de la Cámara Civil rechazó por unanimidad que la legisladora de Cambiemos pueda ampararse en sus fueros parlamentarios -tal como lo había solicitado- para esquivar una demanda por daños y perjuicios que le inició el administrador general de la Corte, Héctor Daniel Marchi.
Carrió, junto secretario de Fortalecimiento Institucional de la Jefatura de Gabinete y exdiputado Fernando Sánchez, había denunciado en enero de 2016 a Marchi y a Lorenzetti por enriquecimiento ilícito. Pero la causa, a cargo del juez Sergio Torres, fue archivada por “inexistencia de delito”.
Los jueces Roberto Parrilli, Claudio Ramos Feijoó y Omar Díaz Solimine consideraron que los fueros no eximen a los legisladores por sus dichos respecto a terceros cuando la justicia rechazó la certeza de esas acusaciones.
En la ampliación de los fundamentos de su voto, el juez Parrilli subrayó que “la inmunidad que la Constitución le reconoce los congresistas es para expresarse, no para denunciar penalmente a cualquier ciudadano por cualquier hecho, ni para armar supuestas operaciones de prensa, sin asumir ninguna responsabilidad”.
“Si la inmunidad del artículo 68 de la Constitución amparara los congresistas para denunciar penalmente cualquier ciudadano sin responsabilidad alguna, podría utilizarse el aparato jurisdiccional, combinándolo con el poder de la prensa, para emprender campañas políticas de desprestigio o persecución contra opositores o eventuales contendientes electorales”, advirtió.
Y agregó: “De ese modo, se provocarían efectos nocivos sobre el sistema democrático, todo al amparo de la inmunidad parlamentaria”.
