Muy crítico de la administración Schiaretti, el diputado Mario Negri dijo a Parlamentario qué es lo que necesita su provincia, a la que quiere gobernar.
- ¿Por qué se adelantan las elecciones en Córdoba?
- Porque es parte del rostro de una Argentina vieja, impredecible, donde los códigos electorales como tantas otras provincias son parte de la picardía política para sorprender a los opositores, y no parte de una política predecible. En la Nación se avanzó; en las provincias te sorprenden de la noche a la mañana. Unos creen que es picardía, otros creen que es debilidad... En Córdoba se reformó tres veces el Código Electoral; una vez se hizo una reforma política cuando (Juan) Schiaretti perdió la elección. Inventaron una boleta única que después modificaron. A principios de 2018 modificaron el Código Electoral para poner doble candidatura, como las testimoniales de Kirchner, es decir que usted puede ser candidato a gobernador y a diputado provincial. Si no sacás bingo en la primera, se sienta en la segunda... Todo eso es un retroceso en la calidad institucional, y ahora modificaron el Código Electoral para adelantar las elecciones.
Nos toma por sorpresa, y a la sorpresa hay que responderle con inteligencia, hay que tener una voluntad proactiva de voluntad de cambio. En Córdoba hace 35 años que gobiernan cuatro personas, por supuesto electas legítimamente, entre el radicalismo y el peronismo. Pero en los últimos 20 años gobernaron dos personas: el doctor (José Manuel) De la Sota y el doctor Schiaretti. Por eso he dicho que si me toca ser gobernador lo seré solo por cuatro años y voy a proponer una modificación de la Constitución, a los efectos de que el que sea reelecto una vez, como prevé la Constitución, no pueda ser más gobernador. Hay que producir un clic que empuje a las fuerzas políticas a un recambio generacional donde mezcle experiencia y gente joven. Donde se salga de la tentación de ingresar joven al gobernar una provincia y terminar viejo, porque eso marca también la calidad democrática de la provincia de Córdoba. Después se termina confundiendo lo público con lo privado. Lo mejor que le puede pasar a la democracia es que los gobernantes sepan siempre que se están yendo, no que están llegando. Eso los obliga a gobernar bien, con transparencia y pensando que puede venir otro y lo puede hacer mejor.
- ¿En definitiva cómo serán las internas el 17 de marzo?
- Cambiemos está buscando consensos, pienso que el cambio se puede dar en Córdoba, que están dadas las condiciones. Cuando hace 20 años llegó el peronismo a Córdoba, llegó para rebajar los impuestos… y hoy se va con la presión tributaria más alta de la Argentina; es la tercer provincia más endeudada del país. Santa Fe tiene el 25 por ciento de la deuda nuestra, además nuestra deuda está en dólares. Con el transcurso del tiempo, con cosas buenas y cosas malas que ocurren en 20 años, les ha hecho pensar que gobernar es transcurrir y no advertir que gobernar es pensar qué sucede hacia adelante. Córdoba es una provincia que no tiene petróleo, pero centralmente es una provincia que tiene un modelo productivo industrial fenomenal, que tiene un vehículo sanguíneo con la industria; una provincia que tiene un semillero de universidades que hay que vincular con políticas públicas. Porque si no tenemos petróleo, podemos tener ciencia y desarrollo tecnológico, tenemos un emprendedurismo joven impresionante; es una provincia donde el turismo ha crecido enormemente, que tiene una conexión aérea más importante de la Argentina después de la Capital Federal.
- ¿Qué necesita Córdoba?
- Recobrar la centralidad, salir de la mediocridad, de la chatura, y eso solamente se hace con un cambio no traumático. Pensar la educación, bajar el nivel de pobreza que es el más grande que tenemos en el Gran Córdoba, más que la media; pensar políticas públicas que entiendan que la universidad vinculada a la escuela pública provincial desde el nivel primario y secundario en la educación, es lo que va a garantizar una calidad educativa hacia adelante para crear mejores condiciones de trabajo.
Soy un enamorado de Córdoba y creo profundamente en el cambio; gobernar no es solamente hacer un camino, una ruta, que hay que hacerlo obviamente, porque después de 20 años se prometió muy mucho y se hizo muy poco, y ahora se quiere hacer todo de golpe, con endeudamiento, obviamente con una enorme ayuda del Gobierno nacional que a veces se lo esconde, pero que le ha dado 24 mil millones de pesos en los dos últimos años extrapresupuestariamente, y 18 mil millones en gastos corrientes. Tienen que generar energías alternativas, hoy tenemos una empresa energética que es más fácil que se te corte la luz a que tengas fiebre, y esto por la falta de inversión.
- ¿Y esto se puede hacer en cuatro años?
- No se puede hacer todo, pero en cuatro años se puede empezar todo. Hay que producir un cambio cultural, modificar la justicia, terminar con las fiscalías anticorrupción y fundamentalmente una lucha muy fuerte contra el narcotráfico y la inseguridad. Córdoba es una de las cinco provincias donde más ha crecido el delito, y una de las provincias de consumo de drogas peligrosas más grandes. El narcotráfico llegó para quedarse en Córdoba. Hay que articular una política con el Gobierno federal cada vez más intensa y permanente. Además, algo que nadie tiene en cuenta: el alcoholismo en los sectores jóvenes supera en un 20 por ciento de la media en el país.
Entonces, gobernar no es solo ver qué puente inauguro apurado en la provincia antes de una elección, sino que gobernar es tener la capacidad de adelantarse a la construcción de una sociedad donde la calidad de vida y el sentido del progreso esté a la altura de las demandas que tiene el mundo y esa es la Córdoba que nosotros heredamos. Lo que sucede hoy es que después de 20 años viven casi en una Córdoba de la nostalgia y nosotros lo que queremos es acercarla al futuro.
- ¿Por qué quiere ser gobernador?
- Soy un deudor hijo adoptivo de Córdoba, donde he pasado más la mitad de mi vida. Nosotros llegamos a ese semillero de universidades siendo de una familia de clase media. Donde los padres trabajaban para que los hijos estudien; seis hermanos que veníamos de Entre Ríos terminamos en Córdoba. Por otra parte la política de Córdoba a mí me honró y yo procuré no deshonrarla. Es casi como un desafío de un puente entre generaciones, gobernar en equipo con gente joven y con gente con experiencia. Sacar de la chatura esa Córdoba es un sueño que tengo; sé que en democracia se puede ganar y se puede perder; es más, casi todos dicen que al peronismo no se lo puede desalojar en Córdoba. Nadie pretende desalojar a nadie, lo que hay que saber es que hoy ya no hay aparato que sostenga a los gobiernos cuando hay deseos de cambio. Y solamente quiero estar cuatro años en el gobierno, no para resolver todos los problemas, no para prometer y no cumplirle, para decir que se puede gobernar diciendo la verdad, no mintiendo, Además, para decir que Córdoba en el centro del país puede ser una provincia que se adentre en el futuro y no viva en los recuerdos del pasado.