Por Carolina Ramos

Un escándalo inesperado fue el que se desató en el medio de la Asamblea Legislativa. La protagonista fue Joanna Picetti, la mujer que en 2017 fue excluida de la lista de candidatos de Vamos Juntos por la Ciudad de Buenos Aires, y que irrumpió este viernes en el recinto reclamando asumir su banca.

En pleno discurso del presidente Mauricio Macri, Picetti ingresó por una de las puertas del ala izquierda, donde se ubican los diputados del Movimiento Evita. Parada cerca del mármol, la dirigente acusó a los gritos al Gobierno de “ejercer violencia contra las mujeres” por impedirle jurar como diputada.

Picetti ocupaba el octavo lugar de la nómina de candidatos de Vamos Juntos –nombre que adoptó el oficialismo porteño- pero fue marginada por un fallo de la jueza María Servini de Cubría, quien resolvió en relación a distintas impugnaciones -una de ellas de Elisa Carrió-, a raíz de una vieja denuncia de maltrato contra sus hijos.

Sin embargo, su nombre figuró en las boletas y Picetti resultó electa. Desplazada finalmente por la Justicia Electoral, Picetti apeló a la Corte Suprema, pero su lugar en la Cámara de Diputados fue ocupado por Jorge Enríquez, quien la sucedía en la lista.

La irrupción de Picetti en el recinto generó un clima de tensión que perduró durante toda la Asamblea Legislativa. Mientras Carrió la escrutaba con la mirada desde su banca, la mujer avanzó unos pasos por el pasillo, y dos agentes de seguridad se acercaron para mantenerla vigilada. “Si usted no es diputada no puede estar en el recinto”, le dijo al micrófono la vicepresidenta Gabriela Michetti, pero la aludida no se movió un centímetro.

Fueron momentos de confusión. Cuando la sesión se acercaba a su fin, la macrista Cornelia Schmidt-Liermann se paró de su banca y se ubicó delante de Picetti, para evitar que avanzara hacia el presidente. Hubo un diálogo tenso, y a los pocos minutos Macri dio por finalizado su discurso.

Según su propio relato, Picetti ingresó al Congreso por un acceso sobre la calle Riobamba. “Entré por mi actitud 100%. Mostré el DNI, dije que era diputada y entré. No tenía ninguna credencial”, indicó a la prensa al finalizar la apertura de sesiones, en el Salón de Pasos Perdidos.

La dirigente aclaró que “ningún partido” la ayudó a ingresar, e incluso agregó: “Todos los diputados con los que hablo se sentían incómodos de ayudarme”.

“Entré a la sesión como corresponde porque soy diputada. Lo que quiero es ejercer mi cargo electoral, que con intimidación se me ha impedido ejercer. Funcionarios de este gobierno me echaron del partido, me excluyeron de una lista, y con violencia me impidieron ejercer el cargo que me corresponde”, denunció.

Picetti explicó que está a la espera de un fallo de la Corte Suprema de Justicia. “Me cansé de esperar justicia. Estoy ejerciendo mi derecho y el de todos los ciudadanos que represento. Yo me apegué a la ley, pero usaron el Poder Judicial como artimaña para violentarme”, lamentó, e insistió en que “el Gobierno ejerce violencia contra las mujeres”.