Senadores de todo el arco político dejaron al desnudo este miércoles su malestar con el decreto de la vicepresidenta Gabriela Michetti que suprimió la posibilidad de canjear pasajes por dinero en efectivo, una vieja modalidad que le permitía a los legisladores engrosar su sueldo, y que fue eliminada el año pasado en la Cámara de Diputados.

Cuando la sesión de este miércoles en la Cámara alta se acercaba a su fin, el salteño Juan Carlos Romero pidió aprobar sobre tablas un proyecto de resolución para que Michetti informe cuánto es el monto estimado a ahorrar por la disminución en la autorización de pasajes y viáticos por viajes al exterior, en relación al período 2018.

Algunos senadores ya habían manifestado su descontento el martes durante la reunión de Labor Parlamentaria en la que se acordó el temario de la sesión. Ya en recinto, el formoseño José Mayans habló de un intento de “desprestigiar el Parlamento” y lo comparó con una dictadura. Horas después de ese discurso, Romero -que este año buscará renovar su banca por Juntos somos el Cambio- propuso votar su proyecto, que se aprobó a mano alzada.

“Los miembros de la Cámara y la ciudadanía tienen derecho de conocer el estado de las cuentas del Senado de la Nación; saber cómo se las administra, cuáles son los gastos y ahorros que se hacen sobre el presupuesto originario, y que los mismos se evidencien en el Presupuesto Nacional”, plantea Romero en el proyecto de resolución.

Asimismo, asegura que “las modificaciones en cualquier ítem del presupuesto de esta Cámara deben ser decisiones de todos los senadores, del cuerpo colegiado, ya que somos cada uno de sus miembros y en su conjunto los que ejercemos, actuamos y desempeñamos las potestades propias de la Cámara”.