A 25 años del atentado, el diputado y exvicepresidente de la DAIA Waldo Wolff defendió el proyecto que avanza en la Cámara baja y relató cómo el ataque contra la mutual judía le cambió la vida.
“La causa AMIA tiene que trascender, tiene que servir de experiencia a los argentinos”, sostuvo, a 25 años del atentado, el diputado del Pro Waldo Wolff. El exvicepresidente de la DAIA defendió, en diálogo con parlamentario.com, la ley de juicio en ausencia, que permitiría juzgar y condenar a los iraníes acusados del ataque que se cobró 85 vidas y alrededor de 300 heridos en 1994. El proyecto obtuvo dictamen favorable en la Comisión de Legislación Penal y quedó en condiciones de ser tratado en el recinto de la Cámara baja.
“Yo llevo a mis hijos cada mañana a un colegio donde los hago pasar por medidas de seguridad aeroportuaria. Los que hablan de oportunismo político, que vengan a traer a sus hijos y que les revisen sus autos para ver si hay bombas, a ver qué es lo que sienten”, desafió Wolff, en respuesta a las críticas de organizaciones como APEMIA, Memoria Activa y la propia AMIA, que rechazan el juicio en ausencia.
-Se cumplen 25 años del atentado a la AMIA, ¿cómo evalúa la posición que adoptó el Gobierno frente a este caso?
-El Gobierno hizo lo que podía hacer. Primero derogó el vergonzoso memorándum con la República Islámica de Irán. Después hizo algo que me parece insólito que no se haya hecho antes, que es señalar a Hezbollah como grupo terrorista. Esto no es una opinión: lo dice la Justicia argentina en dos instancias, en dos atentados distintos, y está avalado por Interpol, que emitió las alertas rojas y remitió la prueba en un comité de 13 países. Por último, se puso a discusión en el Parlamento el juicio en ausencia, que en mi caso particular, siempre estuve de acuerdo. Dentro de nuestra legislación, y con un criterio cívico, el Gobierno hizo todo lo que se podía hacer.
-¿Qué implicancias tiene que Hezbollah sea declarada como organización terrorista?
-Por empezar, tiene una implicancia cívica y moral. Esto lo han declarado muchos países, y en nuestro país lo dice la Justicia, que en dos atentados distintos los señala como responsables, y en uno de ellos esto está avalado por Interpol. Además es un grupo que reivindica la comisión del atentado como una acción para ellos. Lo mínimo que se debía hacer es señalarlo y tomar los recaudos necesarios con las personas que participan del accionar de este grupo terrorista y que podrían intentar entrar a nuestro país. Nosotros incluso tenemos una denuncia en la Triple Frontera sobre la participación de grupos terroristas vinculados a Hezbollah en el delito de lavado de dinero.
-¿La ley de juicio en ausencia es la única forma de llegar a una condena en la causa AMIA?
-Sí. Es la única y a la vez la más importante. La causa AMIA tiene que trascender, tiene que servir de experiencia a los argentinos, porque si mañana se vuelve a cometer un atentado entraremos en el mismo circuito que en los últimos 25 años. Hoy el mundo ha cambiado. Antes el proceso no permitía el juicio en ausencia, el acusado podía no darse por notificado de que era requerido. Hoy si alguien quiere aducir que no fue notificado es porque no quiere presentarse. Hay maneras fehacientes de comprobar que aquel que ha sido juzgado en un país que pertenece al concierto de las naciones como nosotros, si no se presenta es porque no quiere, no porque lo están juzgando a espaldas de él.
-Algunas organizaciones de víctimas y familiares sostienen que esta ley es oportunismo político…
-Por suerte hay libertad de expresión. En mi caso particular, me causa gracia, porque yo llevo a mis hijos cada mañana a un colegio donde los hago pasar por medidas de seguridad aeroportuaria. Los que hablan de oportunismo político, que vengan a traer a sus hijos y que les revisen sus autos para ver si hay bombas, a ver qué es lo que sienten. Yo no soy de los que levantan una bandera momentánea. Hace muchísimo que vengo sosteniendo el juicio en ausencia. Lo he dicho desde el primer día.
-Alberto Fernández declaró recientemente en la causa por el memorándum con Irán y dijo que se trata de “una cuestión política no judiciable”, ¿qué opina?
-Alberto Fernández es poco serio. Hoy es una caricatura de la política. Confrontar todos los videos anteriores de todos los temas con los de ahora constituye una caricatura. ¿Puede ganar? Sí. ¿La gente lo puede elegir? Sí. Pero él sabe que es una caricatura, por eso cuando le ponen un micrófono se pone tan nervioso. Su coherencia es indefendible. Todos tenemos contradicciones, todos tenemos algún registro que no podemos explicar, pero Alberto Fernández hace cinco minutos decía barbaridades de quienes hoy defiende. Y es una figura importante, porque es candidato a presidente.
-El pedido de desafuero de Cristina Kirchner sigue “planchado” en el Senado, ¿se avanzará con la próxima conformación?
-No lo sé. En Cambiemos tenemos una posición, firmada en un documento. Nosotros consideramos que un pedido de prisión preventiva con doble fallo, es decir en primera y segunda instancia, debe ser otorgado.
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“Memoria, verdad, justicia y futuro”
La DAIA difundió en su cuenta de Twitter un mensaje de Wolff por los 25 años del atentado:
Hace 25 años, una bomba se llevaba 85 vidas de nuestro país. A nadie le cambió la vida para siempre más que a esas familias que los tienen ausentes. Pero también nos cambió a los que llevamos a nuestros hijos al colegio bajo medidas de jefe de Estado, o a los que tomamos un avión y tenemos que ir horas antes a hacer revisaciones que antes de que el terrorismo golpeara en el
mundo no eran habituales. Por eso este aniversario, además de honrar la memoria, además de exigir justicia, además de contar lo que vivimos, debemos recordar que no se puede poner cara de situación cada 18 de julio y abrazarse con aquellos países que promueven el terrorismo. Memoria, verdad, justicia y futuro.