Victoria Morales Gorleri, segunda en la lista de diputados nacionales de Juntos por el Cambio en la Ciudad de Buenos Aires, asegura que dentro del Congreso planteará una agenda sobre proyectos vinculados a la educación, tema que define como su “gran vocación”. “No hablamos sobre política”, revela en referencia a su relación con el papa Francisco.
Por Melisa Jofré
El último tramo de la campaña la encuentra en una maratón de reuniones con vecinos, acompañando a Horacio Rodríguez Larreta, el jefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires al que elogia por haber realizado, a su criterio, una “gestión maravillosa”.
Oriunda de la Comuna 13, Victoria Morales Gorleri se metió a la política de la mano del partido Pro y en 2007 obtuvo una banca como legisladora porteña, cargo que renovó en 2011 por cuatro años más, para pasar luego, con la llegada de Mauricio Macri al poder, a formar parte del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Previo a su salto a la función pública, la hoy precandidata a diputada nacional trabajó durante una década en el Arzobispado de Buenos Aires junto a Jorge Bergoglio. “Él es mi pastor y siempre lo va a ser. Tengo un diálogo personal con él muy lindo, nada que ver en términos políticos”, revela en diálogo con parlamentario.com sobre su relación con el papa Francisco.
De cara las PASO, la oficialista considera que “esta es una elección claramente histórica, donde se elige entre dos modelos de país” y se confiesa convencida de que “el pueblo argentino no quiere volver atrás”. Además, se esperanza con que si el presidente es reelecto “vamos a poder revertir muchas de las cosas que aún no pudimos”.
Por otra parte, Morales Gorleri -de profesión docente en educación especial- asegura que traerá al Congreso una agenda de proyectos sobre educación, tema al que define como su “gran vocación”, e iniciativas relacionadas a la primera infancia.
- ¿Por qué cree que Horacio Rodríguez Larreta tiene chances de ser reelegido como jefe de Gobierno?
- Creo que por la maravillosa gestión que hizo. La verdad que la transformación que se ve en la Ciudad de Buenos Aires es increíble. Cuando nosotros asumimos en 2007, en aquella época, esta era una ciudad en la que era muy difícil caminar los barrios y charlar con los vecinos, porque padecían situaciones complejas: inundaciones, inseguridad, secuestros, problemáticas de vivienda en los barrios más humildes. Era realmente muy complejo. Y hoy que recorro los barrios, donde tenemos permanentemente reuniones con vecinos, y los reclamos son otros, tienen que ver con la poda, con el arreglo de la vereda, ya no son problemáticas complejas. Por supuesto que son importantes para cada uno de los vecinos que lo padecen, pero nos damos cuenta, y la gente se da cuenta, de la transformación enorme que ha tenido la ciudad en términos de obra pública, transporte, urbanización de los barrios más humildes, de seguridad -donde en casi todos los delitos hay una baja-, la creación en su momento de la Policía Metropolitana, la incorporación de la Policía Federal, las obras del Vega, del Maldonado, y las que continúan, el Metrobus. No hay dudas, más allá de las miradas políticas que siempre hubo, y creo que todos coinciden en que es una ciudad que es modelo, que está demostrando que es posible una gestión transparente, con honestidad e inversión real en obras que le cambien la vida a la gente.
- Se cumplirán 12 años de la gestión del Pro en el territorio porteño. ¿Por qué apostar por una continuidad del mismo sello político?
- Porque entendemos que conocemos ese camino, y lo hemos demostrado, que es una gestión que piensa en los vecinos sin mirar su origen, su ideología política; porque es una gestión transparente que aún tiene muchos desafíos por delante, de mejorar aún más las cuestiones de seguridad, infraestructura educativa y de salud. Vamos demostrando que fuimos priorizando distintos temas y fuimos transformando la realidad de la gente, pero quedan todavía problemáticas, sobre todo en una ciudad tan grande, cosmopolita, y con tanta población que vive y que la transita. Quedan muchísimos desafíos por encarar.
- Hace cuatro años Martín Lousteau estuvo muy cerca de arrebatarle la victoria a Rodríguez Larreta, ¿cómo llevan hoy la convivencia con él dentro del mismo espacio?
- Martín Lousteau es un dirigente muy interesante para una visión complementaria de nuestro gobierno, hay una riqueza en esta diversidad muy buena. En términos personales tenemos algunas diferencias, por ejemplo yo estoy en contra de la legalización del aborto y él está a favor, pero tenemos un montón de otros temas en los que tenemos coincidencia. Y creo que de eso se trata la democracia. Nosotros entendemos que el mejor modelo es aquel que nos une en las coincidencias, sobre todo cuando el valor fundamental es sostener la república, la independencia de poderes, la fortaleza de las instituciones, y ahí tenemos una absoluta coincidencia con Lousteau. Y creo que además son ejes prioritarios en este momento de la historia.
- Actualmente se desempeña como funcionaria en el Ministerio de Desarrollo Social, ¿cuál ha sido su tarea?
- Mi área en el Ministerio de Desarrollo Social es la Dirección de Responsabilidad Social para el Desarrollo Sostenible. Antes era subsecretaría, pero a partir del achicamiento del gasto público, que redujo muchas de las estructuras de los ministerios, se eliminó como subsecretaría.
Mi desafío es trabajar sobre la conciencia de que el sector privado también es responsable de lo que nos pasa como país y tratar de que generen impactos positivos en términos, sociales, económicos y ambientales. Trabajamos mucho en base a la Agenda de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, que el presidente Mauricio Macri adhirió cuando asumió, y que tiene que ver con reducir las problemáticas más urgentes que tiene la sociedad. Trabajamos en la articulación público-privada para llevar distintas soluciones a todo el país. Por ejemplo, un proyecto que tenemos es “Juntos por el agua”. Nosotros nos encontramos con un país que tenía un abandono tremendo en términos de pobreza. Hoy la pobreza se mide por ingresos, y lamentablemente sufrimos que haya un 30% de nuestro pueblo que vive en esta situación, pero no sólo en sus ingresos económicos sino en la infraestructura de vida: mucha gente no tiene acceso a agua potable. Hay muchos recursos gubernamentales que se invierten en ello, y se han hecho obras de gran infraestructura en diferentes provincias, pero también hay comunidades rurales que hasta que les llegue esa solución de agua, se necesita urgentemente asistirlas. Entonces ahí, junto al sector privado, trabajamos en condiciones puntuales para esas familias, para esas comunidades, que tienen que ver con recolección de lluvia, pozos, cisternas. Después, en cuanto a primera infancia acompañar las estrategias que se vienen replicando a nivel nacional, que la Ciudad demostró ejemplo; y en las problemáticas de mujeres, sobre todo lo que tiene que ver con la trata de personas.
- ¿Y qué agenda de temas planteará en el Congreso?
- Mi gran vocación es educativa y social. Creo que mucho de lo que hemos avanzado en la Ciudad, en lo que tiene que ver con la formación docente, con la evaluación educativa, son cosas que me gustaría plantear a nivel nacional. Es necesario que tengamos un sistema de evaluación para saber dónde estamos parados y qué herramientas necesitan nuestros docentes para que podamos encarar juntos la educación de nuestros niños y jóvenes para un futuro muy distinto que se nos viene. En cuanto a lo de primera infancia, todo lo que implica el abordaje con estrategias claras de prevención en cuanto a problemáticas educactivas, estimulación temprana, problemáticas de mal nutrición, la contención para que las mujeres en situación de vulnerabilidad tengan un lugar para dejar a sus hijos para poder reinsertarse en el mercado laboral. Creo que iniciativas en este sentido debemos acompañar muy fuertemente.
- Todo indica que, sea del signo que sea, el próximo gobierno no contará con mayorías parlamentarias. ¿Cómo imagina el trabajo de los futuros cuatro años en el Parlamento?
- Esperamos tener una buena elección y aumentar un poquito el número de los diputados en Cambiemos. Pero sabiendo que somos amantes profundos de la democracia, y no solo de la boca para afuera, tanto en la gestión de la Ciudad como en la gestión nacional hemos demostrado una capacidad muy fuerte de diálogo con las distintas fuerzas políticas. Considero que más allá de que no tengamos mayoría en el Congreso tenemos que intentar como sociedad, en el mundo político y parlamentario, tener diálogos reales, consensos estratégicos en temas clave que como país son absolutamente necesarios para poder salir adelante. Nos tenemos que parar en una nueva mirada de la sociedad donde las diferencias no nos alejen, sino que nos acerquen las coincidencias, creo que así no será tan grave la dificutad de no tener mayorías.
- ¿Qué expectativas tiene para las elecciones nacionales?
- Creo que el pueblo argentino no quiere volver atrás. Esta es una elección claramente histórica, donde se eligen dos modelos de país, más que dos candidatos a presidente o vicepresidente. Uno de esos modelos ha demostrado que su bandera tiene más que ver con el populismo, la corrupción y con un relato. A mí m movió mucho esto de haber caminado el país, ver una Argentina que no había sido acompañada, donde los ciudadanos nunca habían visto a un funcionario. Tuvieron tanto tiempo en el gobierno (el kirchnerismo), y sin embargo jamás se cambió la vida de cientos y miles de argentinos. En cambio, el modelo que nosotros proponemos de país es completamente diferente, tiene que ver con una inclusión real, con un país que se desarrolle, que dé oportunidades reales a todos, con transparencia y con verdad. Y creo que el pueblo argentino lo ve.
Además, con las declaraciones que se escuchan están demostrando quiénes son. En estos cuatro años no teníamos tan fresco lo que era el kirchnerismo -bueno, nosotros sí-, pero quizás mucha gente se había olvidado. Yo creo que no es el camino para un país el denostar, el agredir permanentemente, el elegir un enemigo. María Eugenia Vidal podrá no coincidir con sus métodos o programas de gobierno, pero ya cuando se agrede de manera personal, no sólo Aníbal Fernández sino también la candidata a vicepresidente Cristina Kirchner, me parece que denota una calidad de ser humano y dirigente político que Argentina no quiere más. Una cosa es discutir determinado modelo de gobierno, y otra cosa es meterse en características personales. Insisto, eso como pueblo, estemos en el lugar donde estemos políticamente, no podemos permitirlo más.
Así que mis expectativas en cuanto a las elecciones es que Mauricio Macri va a ser reelegido y vamos a poder revertir muchas de las cosas que aún no pudimos, que sabemos que están haciendo sufrir mucho a nuestro pueblo, en términos económicos hablo. Pero sabemos que si tenemos la posibilidad de un mandato más, eso va a cambiar; y va a cambiar un país con una mirada distinta, con una república, con una democracia madura. Creo que el pueblo argentino va a elegir esa opción de futuro.
- ¿Qué errores cometió el gobierno de Macri?
- Creo que subestimamos la crisis en la que estaba nuestro país cuando asumimos, ahí hubo un error. Y también al ir descubriendo lo profundo que era la situación no haberlo manifestado. Cuando intentamos hacer un cambio paulatino para que nuestro pueblo no sufriera, no funcionó, por contextos internacionales, nacionales y errores también. Era muy difícil poder contar la gravedad de la situación que encontrábamos.
- ¿Mantiene diálogo con el papa Francisco?
- Sí, por suerte sí. Lo quiero mucho. Él es mi pastor y siempre lo va a ser. Yo me formé con él y lo apreció muchísimo. Tengo un diálogo personal con él muy lindo, nada que ver en términos políticos, no hablamos de temas políticos.