El diputado nacional y candidato a gobernador bonaerense por el Frente de Todos, Axel Kicillof, cerró este jueves la campaña en la provincia junto a la candidata a vicepresidenta Cristina Kirchner y a su compañera de fórmula, Verónica Magario, en un multitudinario acto donde aseguró: “En estos tres años y medio aprendimos, vamos a volver distintos y vamos a volver mejores. Somos otra cosa”.

En el Club Ferrocarril Oeste, Kicillof le habló por última vez a los votantes antes de las PASO de este domingo, en un discurso donde criticó duramente a la gobernadora María Eugenia Vidal, su principal rival, y rechazó la política económica del presidente Mauricio Macri a nivel nacional.

“El problema central son las prioridades. Necesitamos menos publicidad y más educación, menos deuda y más producción, menos chamullo y más salud pública, menos marketing y más trabajo, menos ‘carajo’ y más trabajo”, enfatizó Kicillof, recordando la palabra que usó Macri en su acto en Córdoba.

El legislador sostuvo que los bonaerenses “están viendo que se cierra un capítulo triste y se abre uno alegre”, y comentó que la campaña en la provincia, que recorrió a bordo de un Renault Clio, fue “muy desigual”. “Andando en helicóptero no se llega a ver lo que pasa en cada rincón de la provincia”, ironizó.

“La recorrida fue agridulce -lamentó Kicillof-, porque al mismo tiempo que uno recibía afecto, se iba enterando de cómo va rompiendo absolutamente todo esta política nacional y el abandono de la gobernadora Vidal”.

Además, el postulante señaló que “este momento va a ser recordado por el rosario de promesas que hizo este gobierno en 2015. “Hoy la conclusión es clara: no cumplieron nada de nada. Eran mentiras para conseguir el voto”, dijo.

Si bien reconoció que “muchos de los problemas de la provincia venían de antes”, observó que “donde antes había un problema hoy hay tres, cuatro, cinco problemas”.

“Se pierden 140 pymes por mes, ¿alguien vio al gobierno de la provincia rescatar a una pyme? La ausencia es desastrosa”, alertó, y en otro pasaje de su discurso se refirió al estado de la educación: “¿A quién se lo ocurre emprender una cruzada, una guerra santa contra los docentes de la provincia?”.

Kicillof evaluó que Vidal “minimizó los problemas” y “no quiso reconocer que el Gobierno nacional le está haciendo daño a la provincia”. “Decidieron no hablar del presente, y tampoco pueden prometer, comprometerse ni hablar del futuro”, consideró.

Asimismo, destacó que “cuando las papas quemaban, Alberto (Fernández) se puso a la cabeza de un proceso de reconstrucción”. “Es un hombre que tiene capacidad de escucha, comprensión y paciencia. Alberto va a poner arriba el trabajo, que es lo que necesita la provincia”, resaltó.

Por su parte, Cristina se dedicó a elogiar a Kicillof. “Nunca vi una campaña a gobernador como la que ha realizado Axel Kicillof”, dijo, al mencionar que recorrió “los 300 mil kilómetros que tiene esta provincia en un auto acompañado únicamente por tres personas y compitiendo con helicópteros, con recursos económicos como nunca se vio”.

La expresidenta explicó que “cada vez que se instalan en Argentina proyectos neoliberales, de apertura indiscriminada de las importaciones, de desindustrialización, de fábricas y comercios cerrados, la provincia que más lo sufre es esta”.

“Estamos ante una oportunidad como nunca antes tuvimos, de que gobierne la provincia un hombre que tiene los insumos y conoce cómo funciona la macroeconomía del país, y además tiene sensibilidad. Sabe lo que le pasa a la gente en cada pueblo, en cada casa, en cada ciudad, en cada barrio”, puntualizó la senadora nacional.

Al igual que lo hiciera este miércoles en Rosario, Santa Fe, Cristina remarcó “la necesidad de que la dirigencia política de izquierda, de derecha, del centro, advierta que esto no da para más. Es lo que se escucha en todas partes. No dan más los empresarios, no dan más las pymes, no dan más las amas de casa”.

“Es necesario tomar la decisión de que a partir del 10 de diciembre haya un nuevo gobierno que se ocupe de los problemas de los argentinos”, subrayó.

Y agregó: “Tomamos la decisión de construir algo diferente, y no es que de repente pensemos en todo igual, estamos de acuerdo en una cosa: no se puede seguir sometiendo a los argentinos a que muchos tengan que vivir en la calle con sus familias, a comer una vez al día, a decidir si pagan el alquiler, las tarifas… todo tiene un límite, y este es el límite que la sociedad va a ponerle a este gobierno”.