El tercer bloque giró sobre “Federalismo, Calidad Institucional y Rol del Estado”, y en ese marco Alberto Fernández planteó que nuestro país “dice ser federal y no lo es”, y habló de un “Gobienro nacional que “conserva mucho poder, frente a provincias que mendigan”. En ese sentido habló de hacer un “esfuerzo para que todos los argentinos seamos tratados del mismo modo”. Habló de “hacer un país federal, crecer, desarrollarse, para que la gente pueda trabajar en el mismo lugar donde nace”.

Y a continuación la emprendió contra el Gobierno al recordar que el presidente llegó al poder “diciendo que iba a poner orden y mejorar la calidad institucional, pero lo primero que hizo fue un decreto para nombrar a dos jueces en la Corte”. Citó a continuación la vez en que “usurpó un cargo en el Consejo de la Magistratura”, y le endilgó perseguir jueces, vaciar una Cámara Federal y entrar en “conflictos éticos económicos”.

En materia de corrupción, pidió “terminar con los empresarios que corrompen y los que se dejan corromper”.

“El kirchnerismo habla de federalismo después de preopotear a propios y ajenos”, replicó Mauricio Macri, que afirmó que “durante su gestión (el kirchnerismo) gobernó con el látigo y la chequera”.

“Todavía no se votó, y ya avisaron que le van a sacar los recursos a la Ciudad de Buenos Aires”, puntualizó, afirmando que durante su gestión le elevaron a las provincias la coparticipación, y dieron obras a las provincias. “Ahora hablan del Estado y nos dejaron el Estado sin estadísticas y lleno de militantes”, criticó.

Luego advirtió que “nos dicen que ahora quieren la libertad de prensa, pero se fantasean con una Conadep para juzgar a periodistas”. Y apuntó a continuación que desde el kirchnerismo hablan de una justicia independiente, cuando entre otras cosas “dejaron a los jueces en forma interina”.

“No somos iguales, nosotros creemos en la república, en una justicia independiente; el autoritarismo destruye la posibilidad de crecer. Ellos no aceptan que (Nicolás) Maduro es un dictador, eso ya marca una enorme diferencia entre su visión y la nuestra”.

A su turno, Gómez Centurión apuntó sobre los principales candidatos al recordar que el Frente de Todos tiene una postulante a vicepresidenta que emparentó con la “cleptocracia”, mientras que Juntos por el Cambio tiene a otro que “trabajó y protegió los fueros de la doctora Fernández”.

Nicolás Del Caño advirtió que “se tiran acusacones de los dos lados, dicen medias verdades… Usted, Macri, se la pasó hablando de transparencia cuando metió un decreto para salvar a su familia de pagar la deuda que tenían con el Estado… Se jactan de democráticos, pero vetó las únicas leyes que protegían a la gente”.

Roberto Lavagna cuestionó la “expansión permanente del conurbano”, dijo que hacía falta una política tributaria y crediticia a favor del interior, para que “las producciones se vayan radicando en el interior”. Así las cosas, abogó por un “replanteo territorial”, y en ese marco reclamó una nueva ley de coparticipación, con “un sistema automático para evitar la discrecionalidad”.

A su turno, Alberto Fernández replicó la imputación de Macri sobre la libertad de prensa: “Le digo que todos los que me reclamaban una entrevista pudieron entrevistarme y no les pregunté a ninguno qué pensaban. El presidente se ocupó de exigirles a los dueños de medios que tapen sus errores. La prensa corre peligro con Macri, no conmigo”.

Macri expresó en otro pasaje del debate que “lo único que reconoce Alberto Fernández de nuestro gobierno fue haber normalizado el INDEC y la paradoja es que él firmó el decreto interviniendo ese ente. A partir de ahí falsearon las estadísticas y ahí empezó la mentira. Eso es mentir. Hay que manejarse con la verdad”.

Irónicamente contemporizador, José Luis Espert se hizo eco de los “misiles entre ambos” candidatos principales, y repuso: “Deberían abrazarse y hermanarse, por la cantidad de medidas que han tomado juntos: cepo, default, congelamiento de precios… Muchachos, abrácense, tan diferentes no son”.

Pero ese tramo del debate terminó en el mismo tono. Con Alberto Fernández preguntándole a Macri “qué pasó con los parques eólicos”, recordándole por el blanqueo de dinero que hizo su hermano, y qué iba a hacer con el Correo. “Son las dudas que tenemos los argentinos y que hablan de su conducta”.

“Esta semana quedó claro que el kirchnerismo y Alberto son lo mismo. Fue cuando él dijo que 'con Cristina somos lo mismo'. El probema es cómo ocultar eso: diciendo que somos todos igulaes, y no lo somos”. Y concluyó afirmando que “ellos” creen en la justicia militante, el periodismo militante, y “no les molesta la corrupción”.