En la piel de futuro canciller, el diputado nacional Felipe Solá abrió la sesión de este miércoles en la Cámara de Diputados y subrayó que “no hay ninguna duda de que en Bolivia hubo un golpe de Estado”, a la vez que aseguró que la aprobación de la declaración servirá para “contribuir a la pacificación” y “reencauzar el proceso democrático”.

“No hay ninguna duda de que en Bolivia este fin de semana hubo un golpe de Estado. No tiene sentido entre hombres y mujeres políticos empezar a discutir técnicamente qué es un golpe de Estado. Esto no es una academia”, advirtió Solá.

Ante las diferencias de Cambiemos, el legislador de Red por Argentina se preguntó “qué pasa con las consciencias políticas individuales de cada uno de nosotros”.

“Está claro que se quebró el Estado de Derecho el domingo”, insistió Solá, y recordó que “el gobierno de Evo convocó de nuevo a elecciones corrigiendo errores previos, pero los errores y los éxitos se cobran en las urnas, no es los estrados de la OEA (Organización de los Estados Americanos) ni en ningún otro lado”.

A continuación, Solá hizo un repaso de los sucesos, comenzando por mencionar el auto-acuartelamiento de la Policía y el Ejército locales.

“A partir de ese momento el presidente constitucional de Bolivia, con errores o no, quedó en una zona liberada, absolutamente desguarnecido, y las calles quedaron llenas de vandalismo”, describió.

El diputado consideró que la renuncia de Morales “debería haber sido rechazada por la propia Asamblea Legislativa, pero Evo no podía llegar a la Plaza Murillo, ni al Palacio Quemado, ni al Congreso boliviano. Ni siquiera podía llegar a La Paz. Tenía que estar escondido porque su vida estaba en peligro”.

Por eso, Solá advirtió que el mandato del presidente “quedó interrumpido por circunstancias reñidas con el sistema democrático”.

“Quienes han escuchado al canciller mexicano -agregó- habrán notado con qué grado de especificidad contó cómo fue el periplo para que entrara el avión de la Fuerza Aérea mexicana a suelo boliviano, y después para que atravesara los cielos de distintas naciones sudamericanas”.

El legislador sugirió a sus pares que “sean opositores u oficialistas han sentido angustia, porque son argentinos y han recordado otros tiempos, otros dolores”, pero aun así “todavía hay gente que afirma que en Bolivia no hubo un golpe de Estado”.

El posible futuro canciller enfatizó que “los Parlamentos mundiales deben poner un límite claro y contundente” a este fenómeno. “Si hoy no lo hacemos, vamos a avalar la violencia y la violación de los Derechos Humanos en un país hermano; vamos a permitir la persecución de los representantes del pueblo”, dijo.

Hacia el final, Solá se preguntó: “¿Por qué se duda de que en el caso de Bolivia hubo un golpe de Estado? ¿Qué tecnicalidad (sic) hay que pueda ocultar el instinto cívico la naturaleza democrática? ¿Qué cuestión académica puede haber para decir que no estamos ante un golpe de Estado?”.

Por último, sostuvo que si la Cámara de Diputados aprueba la declaración “vamos a disipar los temores de que en América Latina estemos regresando a los tiempos más oscuros de todos”; “vamos a contribuir a la pacificación en Bolivia”; y “ayudaríamos a reencauzar el proceso democrático en toda Bolivia”.