Sobre el final de la sesión, antes de hacer malabares para evitar que la sesión sobre la crisis boliviana se cayera, Federico Pinedo aprovechó la ocasión para despedirse. Desde su cargo de presidente provisional del Senado, ese al que accedió hace cuatro años y que le permitió ser presidente por 12 horas y tomarle juramento a la fórmula presidencial, cuando la controversia del traspaso entre el macrismo y el kirchnerismo quemó los puentes de unión, el senado nacional que dejará su banca el 10 de diciembre aprovechó para despedirse.

A sabiendas de que muy probablemente la del miércoles haya sido la última sesión ordinaria del año, Pinedo aprovechó para “agradecer a los colegas por el tiempo que hemos pasado y las cosas que hemos hecho en conjunto. Y antes de votar, me parece apropiado decirles que creo muy importante que valoremos las coincidencias que tenemos en la defensa de la democracia, los derechos humanos y del estado de derecho, las tres cosas que tienen que estar siempre juntas”.