Alberto Fernández criticó -en el marco de su primer discurso como la máxima autoridad argentina- la delicada situación que el país atraviesa en materia de sanidad pública y aseguró que le devolverá a la Secretaría de Salud su rango como Ministerio, a fin de poder atender a la salud de todos los habitantes.

Es así que el mandatario indicó que “la desatención que en estos años ha padecido la salud en Argentina está a la vista” ya que “enfermedades que creíamos desterradas han vuelto a aparecer entre nosotros”. Por ello manifestó que durante su gestión arbitrará “las medidas pertinentes para que nuestros hijos sean vacunados en tiempo y forma, para que en los hospitales no falten insumos y para que los remedios lleguen a nuestros abuelos de menos ingresos de modo gratuito”.

“Todos estos desafíos debemos afrontarlos en un contexto internacional convulsionado. Argentina no debe aislarse y debe integrarse a la globalización, pero debe hacerlo con inteligencia preservando la producción y el trabajo nacional”, añadió.

Por otro lado, Fernández remarcó que desarrollará “un ambicioso plan de regularización del hábitat y de la construcción de viviendas” y sentenció que “es inadmisible pensar que en pleno siglo XXI millones de argentinos no tengan un techo bajo el cual guarecerse; el nuevo Ministerio del Hábitat y la Vivienda ha sido instituido con el propósito de atender a la solución de esas carencias”.