Se formalizó la designación de Malena Galmarini al frente de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA). Así, la dirigente del Frente Renovador, que pidió licencia como diputada bonaerense, quedó a cargo de la prestadora del servicio de agua potable y desagües cloacales, que quedó bajo la órbita del ministerio de Obras Públicas que comanda Gabriel Katopodis. Como vicepresidente del ente estará el exintendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini.

Se trata de una designación que a algunos tomó por sorpresa, ya que el nombre de Galmarini circuló durante la compaña pero para ocupar distintos cargos, como Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, que finalmente quedó para la Elizabeth Gómez Alcorta, o en un ministerio, Salud o Desarrollo Social, del gabinete de Axel Kicillof.

Finalmente, la dirigente tigrense se quedó con AySA, una empresa con caja y territorialidad significativas. La empresa tiene injerencia en 30 localidades del AMBA, y durante el macrismo ha conseguido, a base de aumento de tarifas, equilibrar sus gastos operativos. Mientras que en 2015 lo recaudado a través de los clientes cubría sólo el 15% de los gastos, en la actualidad las tarifas representan el 95% de los fondos disponibles. Así, abarca operaciones para una población de 14 millones de porteños y bonaerenses.