Uno de los objetivos que se puso el macrismo al llegar al poder en 2015 fue librarse de Alejandra Gils Carbó, una de las figuras vinculadas con el kirchnerismo cuyo mandato siguió vigente más allá del recambio de gobierno entonces. Sin embargo el Gobierno de Cambiemos no pudo hacer nada para librarse de ella, pues todas las movidas que organizó quedaron en el camino… hasta que en 2017, pasada la victoria en las elecciones intermedias, ella misma decidió presentar su renuncia al cargo de procuradora general de la Nación.

Con todo, el Gobierno de Mauricio Macri nunca pudo reemplazarla. Impulsó en su momento a Inés Weinberg de Roca, miembro del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad, quien llegó a presentarse en el Senado, donde evaluaban su pliego, pero nunca contó con los votos necesarios -dos tercios- y por eso el Poder Ejecutivo nunca insistió. El cargo fue ocupado por Eduardo Casal, quien sigue al frente del organismo hasta que el actual Gobierno designe un reemplazante definitivo.

Y el elegido sería el juez federal Daniel Rafecas, según adelantó este fin de semana Perfil, atribuyendo la especie a altas fuentes de la Casa Rosada. La nota de Rosario Ayerdi y Cecilia Devanna precisa que en los próximos días se presentaría la propuesta por parte del Ejecutivo, tras lo cual se daría pie al mecanismo correspondiente para la aprobación o no de su designación por parte del Senado. Allí necesitará, como hemos dicho, los dos tercios de los presentes.

Llegado el momento del análisis de su nombre, seguramente habrá reparos por parte de la oposición, que recordará su decisión de desestimar sin mayor análisis la denuncia del fiscal Alberto Nisman por el Memorandum con Irán.

El Frente de Todos ya cuenta con 41 votos -40, mientras dure la licencia de José Alperovich- y hacen falta 48 votos.