Bienvenidos a 2008 parte II y recuerden que el que avisa no es traidor. Qué gran acuerdo nacional ni leches, se lamentó este finde el outline no peronista, la mitad menos uno de los votantes, mientras recibía una tras otra, como cachetada de loco, las bad news tan temidas.

Póngase cómodo en el mundo solidario y ajústese que vamos a despegar. Doble indemnización, impuestazo a los más ricos, dólar Mar de Ajó, jubilaciones up, repetían los medios de un domingo sin futbol. Pero la madre de todas las batallas serán las retenciones plus, dispuestas por DNU mientras se armaban mesas de diálogo, como la prometida a los petroleros en su fecha patria el neuquino Omar Gutiérrez. “Nuestra estrategia es la de los hechos consumados”, decía el mariscal Josip Broz Tito, el hacedor de Yugoeslavia pulverizada a su muerte, quien de joven fue minero en el San Juan de Federico Cantoni. Se ve que dejó escuela aquí.

La realidad en 3D es una pobre émula, son las redes las que mueven al mundo. Horas, sino minutos después de los decretazos, el networking se pobló de tambores de guerra entre el universo ká y el agro, a pesar de las palabras templadas post decretos de Alberto y team. Reflejos asombrosos son los del agravio, si no habitas esas tribus que se odian irreparablemente por encima de cualquier careteo anti grieta. Difícil para cualquier periodista no recibir por fb, twt o Ig proclamas como esta:

“Retenciones informarse para no idiotizarse:

La exportación de soja venía pagando retenciones 18% más $4 por dólar exportado. Con un dólar mayorista a $60, esos $4 por dólar exportado que hasta ayer pagaban, implican una alícuota efectiva de 6,5%. La soja venía pagando hasta ayer 24,5% de retenciones (18% de base + 6,5% que representan los $4 por dólar).

Cuando Macri establece este mecanismo en 2018, el dólar estaba a $38, por lo cual los $4 implicaban una alícuota de 10,5%, un 28,5% de retenciones (18% más 10,5%). A posteriori, la incidencia de los $4 por dólar exportado se fue licuando con las devaluaciones.

Conforme al decreto, la soja pasaría a pagar los 18% de base más un 9% adicional es decir 27%. Porcentaje menor a lo que se pagaba con Macri en 2018.

Si las patronales del agronegocio arman protestas, lo harán de pura resistencia a un gobierno peronista, no por un perjuicio. Entonces, la cuestión es política”.

Además hay convocatorias como la anti gorila para este jueves en Plaza Congreso.

– ¿De dónde sale, ustedes están detrás?, preguntó este cronista a dirigentes peronistas y a voces del gobierno.

-Ni idea, primera noticia que tengo, pero esto no es 2008 y los gorilas del campo no nos van a agarrar con la guardia baja, explicó un justicialista de toda la vida mientras compartía un video en el que al pasar dice que los campos tienen dueño pero que el suelo es de todos los argentinos.

Camionetazos otra vez

Eduardo Buzzi, uno de los de la Mesa de Enlace 2008, procesado la semana pasada por aquellos piquetes de la abundancia, después de recibir la solidaridad de Alberto reconoció como lógico el ajuste a las retenciones, dentro de los límites del 30% de la actual legislación que en cualquier momento vuela por los aires a caballo de la emergencia. Y como otros ruralistas le avisaron al Gobierno que las bases chacareras están caldeadas y no saben cómo pararlas.

– Es una gran mentira, es preocupante porque visto así es chavismo puro, decían encendidos los que este domingo armaron camionetazos en cruces de rutas para mostrarle los dientes al Axel Planet del conurbano. Tranquilos, a mate y termo, porque por ahora no apareció el ejército enemigo en la cornisa del horizonte y porque, como dijo el economista Gonzalo Agusto en un brief de la Bolsa de Cereales de Córdoba, en soja 2019/2020 ya se anticiparon ventas por 10.700.00 ton 2019/20, contra 3,3 millones de esta altura del año pasado; en maíz, 16,7 millones, más del triple; en trigo, 12,4 millones, un 40% más.

La puja peronistas vs. ruralistas no es sustancial por lo alfanumérica, si se tiene en cuenta que los vencimientos de la deuda serán de US$ 60.000 millones el próximo año. Lo que asoma es política pura y dura, como una remake de la pelea por 125 de hace 11 años. Curioso: el campo la recuerda como gesta victoriosa y los ká como la épica que dio nacimiento a los pibes para la liberación.

El coreano Byung Chul Han, en “La expulsión de lo distinto”, dice que en el mundo de hoy “el dinero es un mal transmisor de identidad, pero al menos da una sensación de seguridad y tranquilidad. Para quienes no lo tienen, hay canales imaginarios que inventan un enemigo, que es el que provee identidad, porque la represión ha sido sustituida por la depresión de sujetos condenados a la productividad y autoexplotación”. Aquí, Macri, Peña y Durán Barba mantuvieron la vigencia del fantasma de Cristina y sus encuadernados. Hasta que la economía, como un petardo, les explotó en las manos y el invento resultó un boomerang.

Comenzó otro ciclo. La diferencia entre el peronismo folklórico y la enjundia kirchnerista es su práctica militante. Mientras unos ceban mate con bizcochitos, los otros no paran de imaginar el fin de una época. Jorge Rulli, un ícono de los 70 y fundador de las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP), cree que hablar de oligarquía es un atavismo que no expresa este momento de la historia. Y recuerda que el kirchnerismo de la década ganada fue básicamente un movimiento prosperado desde el pilar sojero al que despreciaba en su discurso. Rulli es también drástico cuando critica al “progresismo que embaldosa el camino a la derecha, mientras la gente paga el precio, sale siempre bien parado en el ejercicio de la victimización”.

La trifulca que viene promete ser cruda. A diferencia de principios de siglo, abundancia no hay. Manos anónimas han largado por las redes que el 18-D hay que marchar contra el campo, cuando habrá una demostración de fuerza de los segmentos más radicalizados del justicialismo e izquierdas. La segunda cita es para el 27-D, a favor del campo y contra el derroche en la política, una pésima fecha para las clases medias ansiosas por vacacionar. La Argentina puede alimentar a 400 millones pero con lo que le saca el fisco al agro podría darle de comer a 132, dicen. Al tiempo que postean los números del minoritario José Luis Espert sobre el aumento imparable de la gente que vive del Estado en la Argentina. Para pensar, pero no hay más verdad que la realidad.

Otra cuestión es qué hizo Cambiemos para modificar esto. O tal vez no se podía demasiado porque hace tiempo que, como decía Julio Márbiz, Argentina canta así.

Como se preveía los benditos 100 días de Alberto Ángel y su doble comando serán intensos. Mientras, Trump y Xi acaban de acordar la Fase 1 de su armisticio y la COP25 volvió a fracasar en sus intentos de parar la hecatombe ambiental. Todo esto, y todo lo que pasa en el mundo, comprensiblemente nos pilla lejos.