La idea es tratarla en extraordinarias y se lo adelantó el presidente a empresarios del sector petrolero en la reunión que mantuvieron en la Casa Rosada.
Sigue nutriéndose la agenda para las sesiones extraordinarias, aunque sin proyectos concretos que lleguen aún al Congreso de la Nación. Este viernes fuentes oficiales confirmaron el envío de otra iniciativa no menor para tratar este verano, sin fecha concreta pero en extraordinarias, según anticipan: se trata de una nueva ley de hidrocarburos, o bien un proyecto que establezca un nuevo marco normativo para ese sector.
Según precisaron fuentes del Ministerio de Desarrollo Productivo, que encabeza Matías Kulfas, la norma buscará dar certezas para generar inversiones que permitan “incrementar la producción de gas y petróleo, desarrollar una cadena productiva, impulsar la creación de puestos de trabajo e impulsar las exportaciones”, según precisó el sitio Infobae.
Lo cierto es que el presidente Alberto Fernández ya les había anticipado este jueves a representantes del sector petrolero que enviará al Congreso, durante el período de sesiones extraordinarias, el proyecto de ley para promover inversiones en yacimientos de hidrocarburos convencionales y no convencionales.
En el texto de la iniciativa, que todavía no está terminada, trabajan el titular de YPF, Guillermo Nielsen; el ministro Matías Kulfas, y el secretario de Energía, Sergio Lanziani.
En el encuentro que se llevó a cabo en la Casa Rosada estuvieron presentes Daniel De Negris de ExxonMobil; Marcos Bulgheroni de Pan American Energy; Pablo Vera Pinto, CFO de Vista Oil&Gas; Germán Machi de Pluspetrol; Carlos Ormachea de Tecpetrol; Sean Rooney de Shell; Eric Dunning de Chevron; Carlos Seijo de Total; Manfred Böckmann de Wintershall Dea; y Hugo Eurnekian de la Compañía General de Combustibles.
No trascendieron detalles de la iniciativa, pero se anticipa que toma elementos de todas las propuestas que han elaborado desde diversos espacios del sector y que han acercado a los funcionarios del Gobierno.
La iniciativa debe garantizar a los participantes del negocio el acceso a los dólares, como así también beneficios impositivos para repatriar dividendos. También debe amortizar el capital invertido y resguardar los fondos en fideicomisos en el exterior.
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