La euforia verde levantó una Asamblea Legislativa sobria
El discurso de Alberto Fernández duró exactamente 80 minutos. El presidente mantuvo un tono lineal que solo alzó con algunos anuncios, como el del proyecto para legalizar el aborto.

Por Carolina Ramos
Eran casi las 11 de la mañana cuando Mónica Macha, de vestido verde musgo, anudó en su muñeca el pañuelo. Minutos después, otra diputada del Frente de Todos, la salteña Verónica Caliva, llevó a su banca otra pila de pañuelos, que pronto empezaron a diseminarse entre las legisladoras del oficialismo. Las mismas que, junto a varias de la oposición, estallaron de euforia cuando Alberto Fernández anunció el envío del proyecto de legalización del aborto.
El anuncio del presidente llegó cuando el discurso ya estaba avanzado y levantó una Asamblea Legislativa verdaderamente sobria. Fernández eligió un tono pacífico, aunque hizo insistentes referencias a la gestión anterior, y abarcó la mayoría de los grandes temas. Lo escucharon numerosos invitados especiales, además de funcionarios, gobernadores, sindicalistas y empresarios.
El mensaje de apertura de sesiones ordinarias duró exactamente 80 minutos. El presidente leyó todo su discurso, que fue interrumpido por aplausos en muchas oportunidades. A su izquierda, la vicepresidenta Cristina Kirchner, con un vestido floreado de vistosos colores, lo escuchó con atención, al igual que el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdala.

“El aborto sucede. Es un hecho”, sentenció Fernández al revelar que enviará la iniciativa al Congreso “en los próximos diez días”. Sin distinción de partidos, hombres y mujeres a favor de la ley aplaudieron de pie. En Juntos por el Cambio hubo unos pocos pañuelos verdes: los radicales Emiliano Yacobitti, Dolores Martínez, Lorena Matzen y Claudia Najul fueron algunos de los que se sumaron. Al mejor estilo Lipovetzy, el puntano José Riccardo se calzó una corbata al tono.
Los ministros del Gabinete, ubicados a la derecha del estrado principal, también celebraron, en su gran mayoría, la noticia. Elizabeth Gómez Alcorta, la responsable de la cartera de Género y Diversidad, lució emocionada su propio pañuelo. Entre tanto verde, hubo una sola diputada que se animó a mostrar su pañuelo celeste: fue la evangelista Dina Rezinovsky (Pro), quien ingresó a la Cámara en diciembre.
“Aplaudan, aplaudan, no dejen de aplaudir”
“¡Presidente, Alberto presidente…!” fue el cántico de bienvenida de los diputados del Frente de Todos una vez que Fernández puso un pie en el recinto para inaugurar el 138° período de sesiones ordinarias.
Los primeros aplausos del oficialismo bajaron cuando el mandatario, tras hacer una descripción de la situación en la que encontró el país, lanzó su principal premisa: “Comencemos por los últimos para llegar a todos”.
Uno de los pasajes más festejados fue el referido a la fuga de divisas durante el gobierno de Mauricio Macri. “Nunca más a la puerta giratoria de dólares que ingresan por el endeudamiento y se fugan dejando tierra arrasada a su paso”, subrayó el presidente.

El bloque de Máximo Kirchner también aplaudió el pedido de “responsabilidad” a los formadores de precios; el proceso de transparencia en “más del 90% de los fondos reservados” de la AFI; el DNU para modificar la Ley de Inteligencia; y la creación de un Consejo Nacional sobre Malvinas.
Los legisladores de Juntos por el Cambio celebraron pocos segmentos del discurso. Uno de ellos fue cuando el presidente anunció que ordenará a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que desclasifique los testimonios secretos y toda documentación reservada sobre el atentado a la AMIA, ocurrido hace 26 años.
Ausentes e invitados vip
Hubo ausencias destacadas, entre ellas las del canciller Felipe Solá -en Uruguay- y tres de los cinco jueces de la Corte Suprema de Justicia: Ricardo Lorenzetti, Carlos Maqueda y Horacio Rosatti. Solo asistieron su presidente, Carlos Rosenkrantz, y Elena Highton de Nolasco.
Tampoco estuvo Macri ni ningún otro expresidente, salvo por Carlos Menem, quien asistió junto a su hija Zulemita e intercambió un apretón de manos con Fernández cuando terminó la Asamblea. El titular del PJ, José Luis Gioja, faltó por un “fortísimo estado gripal” que le impidió viajar a Buenos Aires, indicaron en su entorno.
Entre los gobernadores ausentes se encontraron el correntino Gustavo Valdés y la rionegrina Arabela Carreras, quienes inauguraron las sesiones ordinarias en sus provincias. Sí participaron Axel Kicillof (Buenos Aires), Horacio Rodríguez Larreta (CABA), Sergio Ziliotto (La Pampa), Mariano Arcioni (Chubut), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Omar Gutiérrez (Neuquén), Sergio Uñac (San Juan) y Gustavo Bordet (Entre Ríos).

Como es costumbre, los palcos de la primera bandeja se llenaron de personalidades de la política, del mundo empresario y sindical, de la cultura y los Derechos Humanos.
Sobresalió en primera fila Marcelo Tinelli, quien ya había concurrido a la asunción de Fernández. El conductor televisivo tomó mate con Malena Galmarini, titular de Aysa y esposa de Massa. También estuvieron los titulares de la CGT Héctor Daer y Carlos Acuña; los sindicalistas Hugo Moyano (Camioneros), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y Antonio Caló (UOM), entre otros.

A la izquierda de los gremialistas se ubicaron los intendentes bonaerenses Fernando Espinoza (La Matanza), Gustavo Menéndez (Merlo), Fernando Gray (Esteban Echeverría), Juan Zabaleta (Hurlingham) y Mariano Cascallares (Almirante Brown). En el “palco empresario” se vio a Miguel Acevedo y Daniel Funes de Rioja, de la UIA; Marcos Bulgheroni, CEO de Pan American Energy; y Víctor Fera, de Maxiconsumo.

Entre las personalidades de los Derechos Humanos figuraron el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel; y las referentes de Madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas y Estela De Carlotto, quien se sentó junto al secretario del área, Horacio Pietragalla. En la segunda bandeja, siguieron el discurso el titular de la Anses, Alejandro Vanoli, y el secretario de Malvinas, Daniel Filmus.
