El canciller Felipe Solá informó este jueves que en la segunda quincena de marzo fueron repatriados 151 mil argentinos varados en distintas partes del mundo, por vía aérea y terrestre, aunque aún hay 10 mil que no pudieron regresar, y destacó que “la Cancillería hizo un enorme esfuerzo por contener y humanizar la relación” con estos damnificados.

En la cuarta reunión informativa virtual de la semana, Solá expuso ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, donde respondió preguntas sobre la repatriación de argentinos en el marco de la pandemia del coronavirus.

“La pandemia se ocupa el 90% de nuestro tiempo”, arrancó el ministro, y explicó que en un principio se decidió que “todos los consulados de la Argentina en el mundo hicieran una lista de argentinos que querían volver”, priorizando a “quienes tenían pasaje de vuelta”, aunque el orden de urgencia “podía ser alterado” por los cónsules para atender en primer lugar a “los argentinos vulnerables, ya sea por edad, porque dependían de medicamentos o por otras razones”.

Solá indicó que “esa lista fue muy cambiante” y que si bien “se fue desagotando” a medida que se realizaban los vuelos de repatriación, a su vez “se fue incrementando por dos razones: turistas que se dieron cuenta tarde de que estaban en problemas para volver; y los argentinos que se quedaron sin trabajo por la pandemia”, puntualmente “los jóvenes que hacen Work and Travel y el turismo barato de América del Sur”.

Así las cosas, ante una pregunta de la fueguina Rosana Bertone (Frente de Todos), Solá especificó que hoy hay alrededor de 10 mil argentinos varados. Entre el 16 y el 31 de marzo regresaron en total 151 mil argentinos, sumando la vía aérea y la terrestre, informó.

El canciller recordó que en el caso de los argentinos que a mediados de marzo salían de viaje “sabiendo que se iba a cerrar Ezeiza”, esa decisión podía ser cuestionada desde lo “moral” pero no desde lo legal, ya que al inicio de la declaración de la pandemia “era legal irse”.

“Han vuelto al país entre 60 y 70 mil personas después del 17 de marzo con vuelos humanitarios. Al principio los vuelos humanitarios entraban a razón de 40 o 50 por día, casi parecido a un día regular en Ezeiza”, precisó el funcionario, y agregó que esa cantidad bajó cuando comenzó a intervenir el Ministerio de Salud, que “empezó a ajustar el modelo de seguridad sanitaria”, a lo que se sumaron “los procedimientos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la logística”. Como resultado, al día de hoy circulan alrededor de 300 personas por día en Ezeiza, puntualizó.

“Esta Cancillería hizo un enorme esfuerzo por contener y humanizar la relación” con los varados, destacó Solá, y comentó: “Tengo alrededor de 50 contactos de personas que se comunican directamente conmigo”.

Según el canciller, hasta el momento se gastaron 1.160.000 dólares en aviones de repatriación, y 342.000 dólares en “ayuda a los vulnerables”, según lo determinó el cónsul de cada país. “Todo avión que viene es un riesgo”, admitió en relación a las posibilidades de contagio de coronavirus, y aclaró que el protocolo fue acordado con los ministerios de Salud y de Transporte.  

“Lo gastado hasta ahora no nos asusta en relación a lo que esperábamos. La plata que no es usada a tiempo implica pérdidas”, indicó, y añadió: “No estamos limitándonos en cuanto al número de gente a asistir”. Sin embargo, omitió una pregunta de la diputada Lucila Lehmann (Coalición Cívica) sobre la aplicación del “Impuesto PAIS” para las compras en el exterior.

En respuesta a una inquietud de Karina Banfi (UCR), aclaró: “No podemos dar un cronograma (de vuelos) porque no manejamos los aviones, solo y parcialmente los de Aerolíneas”. Informó que “el gran problema” está en Europa y en Miami (Estados Unidos), mientras que en los demás puntos donde hay varados “va a ir fluyendo naturalmente”.

Solá también se refirió a los ingresos de argentinos por frontera terrestre, sobre todo por los pasos de Puerto Iguazú -donde se registraron dificultades- y Paso de los Libres. También habló de “problemas” con la decisión de los gobernadores Rodolfo Suárez y Gerardo Morales de cerrar las fronteras de Mendoza y Jujuy, respectivamente.

Por otra parte, el ministro de Relaciones Exteriores señaló que “el comercio internacional siempre fue abierto” ya que ningún DNU se opuso a ello. “Es fundamental que la Argentina siga exportando para garantizar el ingreso de divisas, por eso fuimos destrabando uno a uno los problemas que surgieron por el paso de camiones en algunos pueblos”, dijo.

Hacia el final de la reunión, el jefe del interbloque Juntos por el Cambio, Mario Negri, destacó la participación del ministro y consideró que tras esta pandemia “vamos hacia un mundo distinto”. “Nosotros nos adelantamos en aislarnos. En otros países de la región menospreciaron el coronavirus y algunos lo caracterizaron ideológicamente”, advirtió.