Massa salió a recomendar un artículo de Emilio Monzó
En el mismo, el expresidente de la Cámara de Diputados habla de alcanzar la “unidad” entre los argentinos, dejar de lado la grieta y advierte que los desafíos que sobrevendrán a la crisis sanitaria serán “enormes”.

Es conocida la cercanía que hay entre el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y su antecesor en el cargo, Emilio Monzó. La buena relación entre ambos se vio reflejada una vez más este sábado, al destacar el líder del Frente Renovador una columna de Monzó publicada en el diario La Nación”.
“Gran nota”, define Massa, enfatizando que “no es momento de egoísmos y mezquindades políticas, es tiempo de unidad y trabajo conjunto para salir adelante”.
“Debemos construir la unidad de los argentinos, que por supuesto no implica pensamiento único ni ausencia de debate y ejercicio de control”, señala en dicho artículo el hombre de Carlos Tejedor, quien adelanta que “después de la pandemia los desafíos serán enormes. No hay espacio para un milímetro más de grieta y antagonismos”.
Para Monzó, “hoy, más que nunca, la política pasa por entender y cuidar al otro”, y destaca como “señales alentadoras” de este tiempo haber visto al presidente de la Nación junto a Horacio Rodríguez Larreta, Omar Perotti, Gerardo Morales y Axel Kicillof, como “una de las mejores fotos que ha ofrecido la política en los últimos años, al igual que la imagen del consenso que se exhibió al anunciar la estrategia por la deuda y la del trabajo coordinado con gobernadores e intendentes”.
Para Monzó, se debe “inaugurar de una vez por todas, la era de los acuerdos y de la concertación”, y recordó que viene proponiéndolo desde hace años, “pero ahora -frente a la amenaza global del coronavirus- se convierte en mandato ineludible y en un imperativo ético”.
Monzó sostiene en su nota que “estamos en la primera fase de un proceso que será tan largo como dificultoso y exigente”, y anticipa que “nuestra perocupación primordial debe ser la de colaborar para construir el camino de salida”.
“Cuando salgamos de esta emergencia global, nos encontraremos -seguramente- un mundo en el que muchas transformaciones se habrán acelerado. Habrá, aunque nos cueste verlas hoy, consecuencias saludables, así como también habrá secuelas dolorosas y desafíos muy complejos a los que debemos enfrentarnos”, señala Monzó, que sobre el final advierte que “la Argentina, como el mundo entero, se asoma a un futuro cargado de incertidumbre. En nuestro caso, la salida probablemente resulte más compleja todavía, porque no podemos engañarnos: arrastramos desde hace décadas problemas y debilidades estructurales, con un tejido social muy fragmentado y dolorísimos niveles de pobreza”.