En una reunión crispada, avanzó el proyecto de exención de Ganancias y pensiones graciables

La norma alcanzará a los trabajadores de la salud, seguridad y otros sectores que están en la primera línea de fuego contra la pandemia. Senadores firmaron dictamen para convertirlo en ley este jueves. Críticas opositoras por la falta de datos presupuestarios y la imposibilidad de hacer cambios.

A seis días de su aprobación en la Cámara baja, el Senado avanzó este martes en comisiones con el proyecto de ley que establece beneficios especiales para el personal de la salud, las Fuerzas Armadas, de seguridad y otros sectores esenciales ante la pandemia de Covid-19.

El proyecto que cuenta con media sanción de Diputados fue ponderado en general por todos los miembros de las comisiones que lo analizaron, pero también recibió ciertos cuestionamientos desde la oposición, fundamentalmente en torno a la falta de datos relacionados con el impacto fiscal de la medida, y a la imposibilidad de hacer cambios, ante la premura por debatirlo.

Fue así que a la hora de firmar dictamen, contó con una aprobación unánime, pero expresaron su acompañamiento con “disidencia parcial” los senadores de Juntos por el Cambio Esteban Bullrich, Martín Lousteau, Víctor Zimmerman, Silvia Elías de Pérez, Julio Martínez, Gladys González y Guadalupe Tagliaferro. De ese interbloque, en cambio, votaron afirmativamente sin objeciones María Belén Tapia, Oscar Castillo y Silvia Giacoppo.

En el marco de una videoconferencia realizada con las comisiones de Trabajo y Previsión Social y de Presupuesto y Hacienda que se inició pasadas las 11, el presidente de Presupuesto y Hacienda, Carlos Caserio, arrancó detallando que la ley tiene dos capítulos importantes: el primero, la exención transitoria del impuesto a las Ganancias, que rige hasta el 30 de septiembre, y una segunda parte dedicada a las pensiones graciables y vitalicias a familiares que tuvieron la desgracia de perder a un ser querido.

El legislador cordobés aclaró que los beneficios especiales abarcan el período comprendido entre el 1 de marzo y el 30 de septiembre. Alcanza a los haberes percibidos en concepto de guardias obligatorias, horas extras y todo otro concepto que se liquide en forma específica, concerniente al trabajo que exceda lo que generalmente están haciendo.

El universo de beneficiarios comprende a todos aquellos trabajadores que presten servicios relacionados con la emergencia: profesionales, técnicos, auxiliares (incluidos los de gastronomía, maestranza y limpieza) y personal operativo de los sistemas de salud pública y privada; el personal de las Fuerzas Armadas; las fuerzas de seguridad; de la actividad migratoria; de la actividad aduanera; bomberos, y trabajadores de recolección de residuos domiciliarios o patogénicos.

En su artículo 2°, el proyecto aclara que el beneficio puede ser prorrogado, pero no más allá de lo que dure la emergencia sanitaria. A su vez, en el artículo 3° se establece que la exención se aplicará sobre las remuneraciones devengadas en concepto de guardias obligatorias (activas o pasivas) y horas extras, y todo otro concepto que se liquide en forma específica y adicional en virtud de la emergencia sanitaria provocada por el Covid-19.

En segundo lugar, se establece una pensión graciable y vitalicia para familiares de quienes perdieron la vida en el ejercicio de su actividad profesional como consecuencia de haber sido afectados por el coronavirus.

La pensión será otorgada a cónyuges, hijos hasta la mayoría de edad o convivientes de las personas fallecidas, y será una suma mensual igual al doble del haber mínimo jubilatorio, al que se le aplicarán los aumentos correspondientes a las jubilaciones ordinarias.

El senador Carlos Caserio detalló los alcances del proyecto. (Fotos: Comunicación del Senado)

El debate

En el inicio del debate, la catamarqueña oficialista Inés Blas expresó su acompañamiento, pero pidió contemplar un proyecto de ley de su autoría que extiende las excepciones a otros sectores, como el Servicio Meteorológico y el control de tráfico aéreo.

En el mismo sentido se expresó más tarde el catamarqueño Oscar Castillo (Frente Cívico y Social), quien se manifestó totalmente de acuerdo con el proyecto, pero pidió agregar a los beneficiarios “a quienes están en el tema de los servicios fúnebres y la actividad forense, porque es obvio que son personas que están en el trato directo con la pandemia y no están cubiertos en este proyecto”.

A ambos les contestó el presidente de Presupuesto, Carlos Caserio, aclarando que no podrían modificar el proyecto proveniente de Diputados, “porque hay urgencia en sacarlo”, y argumentó tras aclarar que la virtualidad puede complicar esos debates, remarcó que “nos pidieron que los proyectos no vuelvan a Diputados, dentro de lo posible, para que se pueda actuar rápidamente con esta ley que es importante. Después del jueves vamos a trabajar con eso. Nadie va a perder la oportunidad de que la ley se mejore”.

El presidente de la Comisión de Presupuesto aclaró que no iban a aceptar modificaciones al proyecto proveniente de Diputados porque “hay urgencia en sacarlo”.

Al hacer uso de la palabra, el chubutense Mario Pais consideró al proyecto “justo”, aunque admitió que no alcanza a todas las actividades que lo merecerían. Agregó que se trata de un universo tan amplio que “es muy difícil calcular el costo fiscal del mismo”.

La jujeña Silvia Giacoppo lo definió como un proyecto que “hace un reconocimiento a los trabajadores de la salud que están en el frente de la batalla, protegiendo nuestras vidas y las de nuestros seres queridos. Esto nos moviliza y nos une y muestra lo mejor de la política”. Y abogó porque salga lo antes posible para poder reconocer “por primera vez a los trabajadores de la salud, siempre postergados”.

El debate comenzó a complicarse cuando el senador del Pro Esteban Bullrich expresó los primeros cuestionamientos a la iniciativa. Se quejó de que el “apuro” existente para sacar cuanto antes el proyecto condicionara “la corrección de lo que hacemos”, y se refirió también al debate que habían tenido el día anterior en la comisión que comenzó a analizar la nueva fórmula de movilidad de haberes jubilatorios. Recordó que habían hablado entonces de las dificultades del sistema previsional y alertó que “hoy estamos lanzando una tensión nueva”. Advirtió que ese era “un parche sobre un sistema que no estamos discutiendo a fondo. Uno quiere hacer este reconocimiento, pero lo quiere hacer con responsabilidad”.

En ese sentido, Bullrich anticipó que esa pensión graciable que se iba a crear es un ejemplo de las medidas que generan luego que “tengamos que hacer leyes para eliminar beneficios que pusimos en el pasado”. Y agregó: “Más allá de entender las necesidades que tenemos, debemos ser responsables en cuanto a traer los proyectos con algún número, alguna idea”.

Vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, Bullrich se quejó de que la misma no tuviera en cuenta esos datos, en un momento de “déficit importante y caída de la recaudación”. “Me parece que tenemos que traer arriba de la mesa la información para tomar decisiones serias y responsables -agregó-. Obviamente uno quiere apoyar, pero tiene que tener esa información; alguien va a tener que dar esa plata; ¿vamos a emitir o vamos a sacarla de otro lugar? ¿De dónde vamos a sacarla?”.

Tras recordar que “no tenemos Presupuesto”, reclamó que “tenemos que trabajar con más seriedad, siendo esta la Comisión de Presupuesto. Trabajar con datos ciertos, no como una expresión de deseos, porque no sabemos si vamos a poder pagarlo, porque no sabemos si el sistema tiene sustentabilidad. Ayer discutimos ese tema y hoy le ponemos (al sistema) otra pensión”.

Por último, Bullrich cuestionó que no se tuviera en cuenta a la Oficina de Presupuesto del Congreso “que no fue consultada”.

A su turno, el riojano Julio Martínez alertó que el proyecto proveniente de la Cámara baja contemplaba solo horas extras y guardias, por lo cual no se beneficiarían los trabajadores de la salud y la seguridad de su provincia, por ejemplo, donde “el 90% no alcanza el mínimo imponible por los bajos salarios, y por la parte en negro de esos bajos sueldos. El promedio de un personal de la salud en La Rioja alcanza los 40 mil pesos”, señaló, reclamando también que la Oficina de Presupuesto del Congreso determinara el impacto de la medida y se preguntó también “de dónde van a sacar las partidas en una situación de emergencia como esta”.

Desde el oficialismo, la tucumana Beatriz Mirkin salió al cruce de la oposición planteando que no le llamaba la atención esas expresiones. “Si no fuera que estamos en una pandemia sería hasta chistoso”,  ironizó. Habló de “una ampliación de derechos” en la que “el Estado, tomando recursos del propio Estado, sin pedir ampliación de deuda, sin tener en cuenta la deuda tomada por la gestión anterior durante cuatro años, que ha superado un cohete a la luna, nos propongamos con urgencia algunos derechos que deben ser ampliados”.

“Tenemos que trabajar con más seriedad, siendo esta la Comisión de Presupuesto. Trabajar con datos ciertos, no como u na expresión de deseos”, señaló Esteban Bullrich.

“Obviamente que estoy de acuerdo con el proyecto”, agregó la senadora Mirkin, que admitió que hubiera sido bueno también poder pasar por la Oficina de Presupuesto para tener el informe correspondiente, pero advirtió que había trabajadoras que no habían sido tenidas en cuenta. Histórica dirigente del Sindicato de Amas de Casa, reclamó que las mismas fueran tenidas en cuenta y que estaba elaborando un proyecto con la senadora Ana María Ianni para que por lo menos fueran sujetos de crédito.

El senador Martín Lousteau agregó presión a la olla cuando tras admitir que “quienes ponen en riesgo su salud y nos resguardan a todos” deben ser reconocidos, reclamó que eso se hiciera “de manera rigurosa, para que pueda ser sostenido en el tiempo”.

Admitió la necesidad de dar una rápida respuesta, pero recordó que “no hemos podido sesionar hasta ahora y el mecanismo de sesiones virtuales es engorroso. Ahora, rápido y bien no es la misma cosa”, aclaró.

“Si vamos a trabajar de una manera que puede ser perfectible, porque estamos apurados, estamos cometiendo un error. No parece una buena manera de trabajar, para un cuerpo colegiado, no poder hacer correcciones. Es un problema eso, porque si pudiéramos revisar el proyecto, por ahí podríamos hacer uno mejor”, puntualizó el senador de Juntos por el Cambio.

Cuestionó que no pudieran hacérsele cambios al proyecto para que regresara a Diputados y ahí le dieran sanción definitiva: “No creo que una semana o dos cambien las cosas para los trabajadores, porque además podemos calibrar hacia el pasado”, señaló. Y se mostró de acuerdo con los senadores Martínez y Bullrich en cuanto a la importancia de que “en la Comisión de Presupuesto discutamos con algún número. En todas las reuniones de esta comisión deberíamos poder estimar costos en esta comisión”.

Por otra parte manifestó su crítica al proyecto en cuanto a que según el mismo, “ponerle el cuerpo a una cuestión sale distinto. Uno que gana muchísimo va a tener un gran beneficio. ¿Por qué vale distinto uno y otro? ¿Ponerle el cuerpo vale en función de lo que uno pueda generar? Uno que gana 200 mil pesos vale más que uno que gana menos del mínimo no imponible’”.

Lousteau recordó que “un gran número de trabajadores de la salud gana menos del mínimo no imponible”, y que además está probado que las mujeres ganan menos que los hombres, “con lo cual vamos a discriminarlos”. Así las cosas, sugirió que se contemplaran entonces “sumas no remunerativas iguales para todos, no favorecer tanto a los que están mejor pagos”.

“¿Es justo discriminar a las mujeres porque ganan menos?”, se preguntó. Sobre el final del debate, su compañera de bloque Gladys González anunciaría que firmaría el dictamen en disidencia parcial precisamente por ese detalle.

Pero Lousteau insistió en que “el tema de que sesionemos remotamente no puede ser la excusa de no mejorar las leyes que podrían ser perfectibles”.

A continuación, la senadora de La Cámpora Ana Almirón se alineó junto a su compañera de bancada Beatriz Mirkin, celebrando que “hace mucho tiempo no tratábamos proyectos que ampliaran derechos. Ojalá sea el principio de un gran trabajo que realice en ese sentido el Senado de la Nación”.

Más tarde el senador Carlos Caserio saldría al cruce de las críticas exteriorizadas por Esteban Bullrich y Martín Lousteau, generando un fuerte cruce sobre todo con este último. Luego sobrevendría un pedido mutuo de disculpas, y una recomendación del experimentado José Mayans para que la frase fuera otorgada a los participantes una sola vez, más cuando se trata de un plenario. “Sino no terminamos más”, precisó.

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