La Cámara alta avanzó con un proyecto que establece un registro de becas y un programa nacional para los estudios orientados al desarrollo económico, productivo y sustentable del país.
Un proyecto que tiene como objetivo promocionar el ingreso a carreras estratégicas para el desarrollo económico, productivo y sustentable del país, recibió este jueves media sanción en el Senado. Ahora, será el turno de la Cámara de Diputados.
La votación resultó con 68 votos positivos y uno solo en contra, de la senadora riojana Clara Vega (interbloque Parlamentario Federal).
La rionegrina Silvina García Larraburu (Frente de Todos), autora de la iniciativa, destacó que el consenso del proyecto fue resultado de “un gran trabajo colectivo”. “En todos los momentos de crisis también se producen grandes oportunidades, y tenemos la posibilidad de pensar en nuevos paradigmas”, sostuvo.
La legisladora destacó que la nómina de estas carreras se actualizará cada dos años con el fin de que “refleje el dinamismo que tiene la realidad y el mundo científico”. Además, remarcó la importancia de que en la norma se democratiza “el acceso a una información que actualmente se encuentra de manera fragmentada”, en referencia a este tipo de estudios.
En su discurso, la oficialista recordó la creación de nuevas universidades durante el kirchnerismo (2003-2015) y consideró que “estas disciplinas son esenciales para el país”. “La formación de futuros profesionales debe contemplar todas las necesidades que tiene nuestro país. Un país que pueda desarrollarse integralmente, que sea sustentable y también un país inclusivo”, añadió.
En tanto, el chaqueño Víctor Zimmermann valoró que el debate en comisión fue “enriquecedor” y “se pudieron incorporar cuestiones muy interesantes” planteadas por la oposición. “Este es un ejemplo claro de cómo debemos trabajar para la recuperación económica y productiva del país”, expresó el radical.
Y agregó que “tenemos el desafío de socializar la ciencia y la técnica para que los beneficios de la innovación lleguen a todos los pueblos del interior y de nuestra patria”.
También desde Juntos por el Cambio, el senador macrista Estaban Bullrich ponderó “la actitud de la autora de la ley” y manifestó que esta norma “le da un marco de esperanza al futuro de los argentinos y argentinas” y “un marco de política de Estado, lo que me parece que es trascendental”.
La riojana Clara Vega, la única que votó en contra del proyecto, señaló que “no se trata solamente de ofrecer un incentivo para que los chicos hagan una determinada carrera, sino de definir el futuro del país, y esto tiene que ver con políticas de Estado”.
“No tengo una visión negativa sobre el proyecto”, dijo, pero consideró que sería mejor “sentarnos con el Ministerio de Educación, con el Ministerio de Ciencia, las universidades y por qué no también con las empresas, que son las que demandan la mano de obra y las que nos van a ayudar a hacer ese país que todos soñamos” para pensar en una propuesta más global.
En ese sentido, la legisladora manifestó que la iniciativa “es un eslabón más de lo que sería un proyecto más ambicioso de país”. “No estoy convencida que este proyecto pueda llevar a la Argentina a tener las competencias que comandarán el mundo post-pandemia”, completó.
En qué consiste el proyecto
La iniciativa tiene por objeto “la promoción de las carreras estratégicas para el desarrollo económico, productivo y sustentable del país”.
Asimismo, establece que “el Poder Ejecutivo Nacional, mediante la autoridad de aplicación que establezca, publicará la nómina de carreras” consideradas en esta orientación, la cual deberá “ser actualizada cada dos años” y tendrá que confeccionarse “considerando la equidad federal y el criterio de regionalización Noroeste, Noreste, Cuyo, Centro y Patagonia”.
Esa lista se elaborará por un “Consejo Asesor”, integrado por el Consejo Federal de Educación; el Consejo de Rectores de Universidades Privadas; el Consejo Regional de Planificación de la Educación Superior; el Consejo Interuniversitario Nacional; el Consejo Federal de Ciencia y Tecnología; el Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología; y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.
También formarán parte el Ministerio de Desarrollo Productivo; el Ministerio de Economía; el Ministerio de Trabajo; el Ministerio de Educación; el Ministerio de Cultura; el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca; y el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto. Además, estarán los presidentes y vicepresidentes de las comisiones de Educación y Cultura de ambas cámaras del Congreso.
El proyecto dispone que el PEN “destinará una partida del Presupuesto anual para la promoción al ingreso de estas carreras”, y “dicha partida no podrá devengarse de las partidas” generales para las universidades.
Según el texto, se creará un “Registro Nacional de Becas de Educación Superior” y un “Programa de estímulo al ingreso a carreras estratégicas”, para los estudiantes del último año de la secundaria, quienes además deberán poder acceder a talleres de orientación vocacional e información sobre este tipo de estudios.
Las universidades o institutos que dicten estas carreras “deberán contar con espacios y contenidos de difusión gráfica y digital, donde conste toda información relevante, plan de estudios y becas existentes para el estudio de las mismas”.
En otro sentido, la iniciativa establece que las instituciones podrán deducir del impuesto a las Ganancias “la actividad educativa sistemática y de grado para el otorgamiento de títulos reconocidos oficialmente por el Ministerio de Educación, como asimismo la promoción de manuales culturales o, mediante los municipios, la subvención, el dictado o mantenimiento de cursos gratuitos” destinados al programa nacional de carreras estratégicas.
