La verdad sobre el presupuesto de la Ciudad

Por Matías Barroetaveña. El legislador porteño del Frente de Todos cuestionó el rol de la Legislatura de la Ciudad frente a la pandemia del Covid y advirtió que la Ciudad cuenta con los recursos para brindar mayores medidas de auxilio para los ciudadanos.

En la sesión del 27 de agosto, la Legislatura Porteña aprobó la eximición de Ingresos Brutos (IIBB) para el sector gastronómico, medida que supone un alivio fiscal para uno de los sectores más deteriorados por la pandemia. Desde el Frente de Todos hemos acompañado la votación en el recinto pero dejando en evidencia nuestras críticas. Desde el inicio del aislamiento hemos presentado numerosos proyectos con medidas de auxilio para pymes y cooperativas, y que por incomprensibles razones no han sido tratadas hasta el día de hoy. Llegado el mes de agosto, esta iniciativa, aunque necesaria, resulta tardía e insuficiente.

La realidad de la actividad económica en la Ciudad es alarmante. Los datos de empleo para el segundo trimestre marcan que la ciudad ha llegado al 14,7% de desocupación, y que en los barrios del sur ese número trepa a 21%. Día a día, pequeños comercios cierran sus persianas definitivamente mientras el Estado de la Ciudad deja correr y no ofrece ninguna perspectiva de asistencia bajo el pretexto de falta de presupuesto. Sin embargo, los datos de ejecución del primer semestre muestran un altísimo grado de impericia e insensibilidad en el manejo de los números.

El relato del Ejecutivo porteño postula que la Ciudad se encuentra en un contexto de ahogo fiscal. Esto es absolutamente falso. No se observa ninguna caída drástica en la recaudación para el primer semestre 2020. Mientras la estimación a fines del año pasado preveía un monto de 480 mil millones de pesos para todo el 2020, en los primeros seis meses ya se llevan recaudados 206 mil millones. El 50% serian 240 mil millones, pero la apertura económica y la inflación anual harán que este número aumente, alcanzando lo proyectado hacia fin de año.

En este mismo sentido, es falso que se desplomó la recaudación de Ingresos Brutos. La recaudación estimada por IIBB para 2020 es de 238 mil millones. La recaudación al primer semestre es de 113 mil millones, es decir un 47,4%. 

Bajo esta falsa premisa de ahogo fiscal, hace pocos meses votamos una Ley de Emergencia Económica en la Legislatura que le permitió al Ejecutivo, entre otras cuestiones, pagar el aguinaldo de sus trabajadores y trabajadoras en cuotas; y reducir el volumen general de salarios de toda la planta de trabajadores. Tal es así, que de los 109 mil millones de pesos estipulados para remuneraciones del personal de la Ciudad en el primer semestre, se ejecutaron únicamente 92 mil millones: un ajuste de 15 mil millones de pesos que impactó sobre los trabajadores de la salud, seguridad y educación, entre otros.

Muy lejos de las declaraciones de los funcionarios, este ajuste general sobre los trabajadores no tuvo ningún correlato en el aumento de gastos esenciales. El Ministerio de Salud proyectó un gasto de 73 mil millones de pesos, y lleva ejecutado al primer semestre unos 36 mil millones, casi el 50%; es decir, se gastó únicamente lo presupuestado.

Como contraparte de esta austeridad en zonas vitales, vemos un manejo insensible de recursos sosteniendo gastos que no son de ninguna manera prioritarios. A modo de penoso ejemplo, el rubro “publicidad” fue uno de los pocos donde se alcanzó el 50% de ejecución en el primer semestre (916 millones, para una proyección anual de 1800 millones).

Es falso considerar que la Ciudad no tiene recursos porque no tiene capacidad de emisión de moneda. En el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, de los 4213 millones asignados, sólo se devengaron 1100 millones, menos del 30%. No emiten pero recaudan sobre el sistema financiero nacional y cuentan con 4 mil millones de pesos que no se están utilizando en su totalidad.

El camino iniciado con la eximición de ingresos brutos para el sector gastronómico debería expandirse hacia la Cultura y el Deporte. Mientras desde nuestro bloque venimos insistiendo en la necesidad de declarar la Emergencia Cultural en la Ciudad, el Ministerio de Cultura subejecutó las partidas asignadas, utilizando solo el 43%. Por su parte, en el área de Deportes solo se utilizó el Fondo del Deporte.

Para finalizar, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires reporta gastos devengados para el primer semestre de 189 mil millones de pesos, lo que significa que solo ha ejecutado un 39% del Presupuesto 2020 en el primer semestre. Y si tenemos en cuenta que la recaudación fue de 206 millones; en medio de la peor catástrofe sanitaria y económica que le tocó vivir a esta gestión, el gobierno de Larreta hace caja con 17 mil millones de pesos mientras el distrito se derrumba.

La estrategia de Larreta es simple: dejar que la pandemia impacte en la economía y el trabajo de la ciudad, recostándose únicamente en los aportes del Gobierno nacional (ATP e IFE). De esta manera, se reserva el presupuesto para intervenir cuando comience la recuperación, lo que coincidirá, casualmente, con el inicio del calendario electoral.

El manejo del presupuesto denota una actitud especulativa en términos políticos, en sintonía con planteos como el del regreso a las aulas en pleno pico de pandemia. Se pretenden soluciones temerarias que arriesgan la vida de niños y docentes, pero no se considera invertir en conectividad ni computadoras.

Es indispensable que el gobierno de la Ciudad asuma el compromiso que tiene de proteger a la ciudadanía ofreciendo un estado presente de verdad. La responsabilidad en el manejo de la pandemia cuesta plata, la irresponsabilidad cuesta vidas.

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