Luego de que la Comisión de Planeamiento Urbano –presidida por Victoria Roldán Méndez (VJ)- diera inicio al debate sobre un proyecto de ley impulsado por el club San Lorenzo para trasladar su estadio a Boedo, el legislador del GEN Sergio Abrevaya presentó en la Legislatura porteña un proyecto de ley que busca garantizar la participación de los vecinos en ese proceso.

El texto en cuestión plantea un “proceso de conversación pública”, que se concretará con la participación de todos los vecinos que demuestren habitar en viviendas comprendidas en un marco de 10 cuadras que rodean el predio ubicado en Av. La Plata 1700.  El mismo establece que dicho proceso “será público, participativo, transparente y se garantizará la libertad de opinión” e indicó que “el mecanismo de convocatoria y desarrollo de la conversación pública preservará un ambiente de intercambio pacífico, libre de imposiciones o presiones entre grupos de opinión, pudiendo convocarse en conjunto o por separado a los diferentes actores, a efectos de desarrollar el proceso de conversación con las autoridades en un marco de absoluta liberta y transparencia”.

Además establece que se convocará “a los ciudadanos interesados o a representantes de los mismos a dialogar sobre la temática y podrán estar presentes para explicar el proyecto las autoridades del Club San Lorenzo de Almagro y quienes estos requieran, la Agencia de Protección Ambiental, Legisladores/as y funcionarios del Poder Ejecutivo” y que ante cualquier posible conflicto por opiniones y/o intereses de los diferentes grupos de ciudadanos convocados se arbitrarán las medidas para que la conversación pública transcurra con absoluta libertad evitando presiones entre sectores de opinión.

La iniciativa también establece que de ese proceso de conversaciones se tomará registro audiovisual, aunque no podrán publicarse ni darse a conocer los nombres de los vecinos intervinientes.

Al respecto del proyecto, en los fundamentos del mismo Abrevaya explicó que es necesario porque “en ocasiones las audiencias públicas resultan insuficientes como mecanismos de participación que permita llegar a visiones de futuro comunes” e insistió en que “la Ciudad necesita modernizar el formato de yuxtaposición de monólogos, que es en lo que se han convertido las audiencias”.

“Cuando lo que se pretender construir impacta de manera definitiva en el quehacer diario, debemos promover la construcción del imaginario del cómo y del que, integrando, en este caso, la visión del club con la de los vecinos”, sentenció.