El Senado aprobó el proyecto, pero regresa a la Cámara de origen porque faltó incorporar planillas que contenían obras en todo el país. El oficialismo aclaró que no se hará ninguna modificación y el secretario de Hacienda le envió una nota a Massa pidiéndole “subsanar el yerro”.
Por un error, el Senado devolvió este jueves a la Cámara de Diputados el proyecto de ley de Presupuesto 2021, el primero de la gestión de Alberto Fernández.
El motivo es que, según advirtió el oficialismo, en el texto que recibió el Senado para su tratamiento faltaban planillas con el detalle de numerosas obras financiadas por el Estado Nacional.
El proyecto del Poder Ejecutivo recibió 45 votos a favor, del Frente de Todos y los senadores Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) y Magdalena Solari Quintana (Misiones); dos en contra, del puntano Claudio Poggi y el salteño Juan Carlos Romero; y 23 abstenciones de Juntos por el Cambio y el Interbloque Parlamentario Federal.
El titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Caserio (Frente de Todos), primer orador del debate, explicó que las planillas anexas “son parte integrante del proyecto” que elaboró el Ministerio de Economía.
En ese sentido, el cordobés señaló que en la cartera que conduce Martín Guzmán el Presupuesto “se hizo como corresponde” y se cargó en la página web oficial del Ministerio, donde incluso se pueden consultar las planillas, las que a su vez fueron parte del análisis que realizó la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Pero Caserio afirmó que esas hojas “no ingresaron en el texto de la ley” aprobado por la Cámara de Diputados y “por más que estén en un formato digital, deben ser incorporadas”.
“Nuestro bloque no va a hacer ninguna modificación, ni va a agregar ninguna obra de ningún tipo. No va a haber ningún cambio del Presupuesto que viene de Diputados”, garantizó el oficialista, y pidió a la Cámara baja realizar “una breve sesión para ratificar este Presupuesto”.
Con la vuelta del proyecto a Diputados, la sanción de la “ley de leyes” se retrasará al menos una semana más, lo que significa un tropiezo para el Gobierno en plena visita de la delegación del FMI.
Precisamente, la comitiva de tres integrantes se reunirá este viernes con Sergio Massa, titular de Diputados. El encuentro estaba pactado de antemano y se realizará a las 11 en el Salón de Honor de la Cámara baja.
Presente en el recinto, Caserio leyó la nota que el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, le envió Massa el 4 de noviembre para solicitarle “la posibilidad de subsanar un error material observado en la planilla anexa al artículo 11 del proyecto de ley”.
“Se ha detectado que el formato del archivo digital PDF remitido originalmente mediante el sistema GDE presenta errores tales como la ausencia de totales completos, saltos de página, ‘cortes de datos’ y omisión de obras”, advirtió Rigo.
De todos modos, aclaró que esta corrección “no implica modificación alguna en la asignación presupuestaria de gastos de capital”.
Finalmente, el funcionario insistió en que se trató de una “omisión involuntaria originada en un fallo por la operación remota del sistema GDE” y le pidió a Massa que “subsane ese yerro” incorporando la planilla completa anexa al artículo 11.
Al defender el Presupuesto, Caserio afirmó que “vamos a estar bien en 2021 y vamos a estar mejor cada año que pase”.
El titular de la Comisión de Presupuesto remarcó que “la pandemia fue crisis para todos”, pero valoró la inversión del 7,7% del PBI en asistencia a los sectores más vulnerables, con programas como el ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) y el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia), no previstos ya para el año próximo.
Para el senador, el Presupuesto refleja los objetivos del Gobierno para “consolidar la protección social de los sectores más vulnerables; impulsar la recuperación económica, que sea robusta, previsible y suficiente; construir un camino de desarrollo sustentable; y asegurar la generación sostenida del empleo, porque creemos que es la mejor justicia social”.
“No hay estabilidad económica sin recuperación de la actividad“, enfatizó el oficialista, y dijo que “el único modo de salir es creciendo, no se sale achicando ni castigando a la gente”. Tras calificar al proyecto como “prudente”, aseveró que “en 2021 va a haber un importante aumento de la recaudación”, estimado en un 48% para el primer semestre.
En su discurso de más de media hora, el cordobés apuntó que si bien el déficit rondará el 6%, producto de la caída de este año, “lo vamos a ir achicando”.
Por el contrario, Martín Lousteau (UCR-Evolución) cuestionó la “baja calidad” del debate del Presupuesto y criticó la inclusión de nuevos impuestos en el proyecto que vino en revisión.
“Hay artículos que se incorporaron en Diputados que merecen una discusión aparte, no que en la discusión presupuestaria creemos tributos nuevos”, dijo, y enumeró: “Se subieron tasas de fiscalización, se subieron cargos sobre primas de seguros, se bajaron alícuotas para algunos de débitos y créditos, se eximió a esos mismos actores de pagos de aranceles, se subieron impuestos internos, se hicieron de manera diferencial impuestos al juego y hasta se creó un área aduanera especial”.
Para Lousteau, “muchas de estas cosas no son razonables. Como mínimo, la discusión merece una mejor calidad. No sé si esas cosas las revisarán cuándo vuelva a Diputados, pero habría una enorme oportunidad”.
Alertó en ese sentido que “hay planillas que faltan, fe de erratas, y eso es la consecuencia de un mal proceso presupuestario. De hecho, la Oficina de Presupuesto del Congreso dijo que en el paso por Diputados, se aumentaron los gastos en 260.564 millones de pesos y se agregaron tres artículos para el Plan Gas, que se estima son 1.300 millones de dólares, es decir que en el paso por Diputados se agregaron 400.000 millones de pesos de gastos sin decir de dónde salen”.
“Lo único que dicen es que el jefe de Gabinete reasignará partidas, entonces lo que sancionamos es que le estamos pidiendo al jefe de Gabinete es que haga una tarea de magia, que genere 400.000 millones de pesos reasignando partidas”, ironizó.
A su turno, el oficialista Daniel Lovera salió con los tapones de punta contra la gestión de Mauricio Macri: “Podemos pensar distinto, podemos tener diferentes proyectos de país, pero sorprende la imprudencia, la insensatez, la asombrosa impunidad con la que se expresan algunos que fueron gobierno hasta hace pocos meses y que nos dejaron un país devastado”.
El titular de la Comisión de Previsión y Seguridad Social advirtió que “el mejor equipo de los últimos 50 años nos hablaba de ‘pobreza cero’, prometía una lluvia de inversiones, y lo que hicieron fue arrasar el país, generaron la peor crisis de la historia, y no fueron variables externas las que hundieron a la Argentina, fue ese equipo el que arrasó el país”.
Lovera insistió: “Fueron absolutamente incapaces para gobernar, y como si esto no les alcanzara destruyeron en cuatro años el salario real en Argentina, que a fines de 2015 era de 590 dólares y a diciembre de 2019 llegó a 260 dólares aproximadamente. Por eso hay que tener memoria”.
El pampeano señaló además que “tomaron deuda sin pasar por el Congreso, y estamos hablando de los defensores de la República, que ahora están preocupados por nuestros jubilados y criticando al Gobierno desde el primer día, un Gobierno que está trabajando para recuperar el poder adquisitivo de trabajadores y jubilados”.
Desde el Pro, Esteban Bullrich cuestionó la falta de “escucha” y “diálogo” por parte del Frente de Todos y consideró que “el Gobierno se está encerrando y se está enfrentando solo a los problemas”, al poner como ejemplo no solo el Presupuesto sino también la elaboración de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria.
Al coincidir con varios puntos expuestos por Lousteau sobre las “inconsistencias” del proyecto, el legislador apuntó que “cuando uno hace el cálculo de cuánta emisión necesita este Gobierno, es de un 45%. Sin embargo, proyectamos una inflación del 29%”.
Además, el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda criticó la incorporación de “muchos artículos por casi 400.000 millones de pesos”, motivo por el cual varios diputados de Juntos por el Cambio “en masa votaron en contra”.
“Falta el diálogo, faltan distintas visiones, el Gobierno se está encerrando y quiere resolver los problemas en soledad”, insistió y opinó que uno de los “problemas” de la iniciativa y “de la construcción de políticas públicas que está llevando este Gobierno” es el de “ver a la política, la sociedad y la economía en términos de conflicto”.
A su turno, el misionero Humberto Schiavoni afirmó que el proyecto le genera a la oposición “más dudas que certezas, por sus inconsistencias, porque por más que se las niegue, son objetivas”. También criticó que “no contenga medidas para morigerar los efectos de la pandemia y asistir a los sectores más castigados”, como el turismo.
Sin embargo, el jefe del bloque Pro adelantó su voto positivo a la creación de un régimen aduanero especial de frontera para su provincia, en la cual “el 90% de las fronteras son con países limítrofes”, los que “tienen ventajas estructurales que van mucho más allá del tipo de cambio con los cuales es imposible competir si no tenemos algunas de las posibilidades que tienen tanto Brasil como Paraguay”.
Asimismo, se expresó a favor de artículo 103, que “le da automaticidad a los fondos del Fondo Especial del Tabaco”, pero anunció su voto en contra de ciertos “artículos que se tratan de gabelas y privilegios puestos a última hora en la Cámara de Diputados que contradicen los principios de equidad y transparencia”.
Muy crítica, la radical Silvia Elías de Pérez opinó que el Presupuesto “tiene mucho olor a humo”. “Siento que el presidente Fernández permanentemente nos ha acostumbrado ya a que nos dice una cosa y después hace otra. Pero hay una cosa en la que no nos ha mentido, él ha contestado en varias oportunidades que descreía de los planes económicos, que él no tenía un plan”, señaló.
“Estoy convencida que no lo tiene, y cuando veo este Presupuesto le puedo garantizar que no lo tiene”, enfatizó la tucumana, que acusó también al Poder Ejecutivo de construir “un puente endeble” porque “no hay nadie que se anime a venir a invertir en Argentina con el grado de incertidumbre que están generando”. Además, agregó que el proyecto “aumenta la presión tributaria” y “nuestras pymes, nuestros comerciantes, nuestros productores no pueden más”.
Por su parte, Alfredo Luenzo (Frente de Todos) opinó que “no es solamente un Presupuesto, es un proyecto de país”, y aseguró que “a pesar de los momentos difíciles que estamos atravesando hemos marcado un rumbo”.
El chubutense cuestionó los “pronósticos agoreros que en realidad parecen estar mucho más ligados desde la oposición al deseo que a diagnósticos reales”, y fue enfático en remarcar que el Frente de Todos es “la continuidad de un proyecto político que ya ha dado sobradas muestras que aquello que nosotros plasmamos en el Presupuesto es lo que después ocurre en la realidad, incluso a pesar de las circunstancias adversas de este marco difícil que estamos atravesando en la Argentina y en el mundo”.
Desde el oficialismo, el bonaerense Jorge Taiana compartió lo dicho por varios de sus pares al recordar que en diciembre del año pasado “se recibió un país quebrado, endeudado, en default y emergencia”, a lo que se le sumó la pandemia, por la que “estamos ante una crisis mundial que es inédita y cuyas consecuencias todavía desconocemos”.
El senador reconoció que el Presupuesto es “de emergencia” y “no va a cumplir todas nuestras expectativas”. Pese a destacar la duplicación de la inversión para la provincia de Buenos Aires, reiteró que “no es el Presupuesto deseado”, pero auguró: “Vamos crecer más (del 5,5%), va a haber más recuperación económica, va a haber más recursos y vamos a comenzar a salir del pozo”.
Apoyado en gráficos que compartió en pantalla, el kirchnerista Oscar Parrilli cargó sobre los recursos que recibe la Ciudad de Buenos Aires a través del Presupuesto Nacional, y pidió “comenzar a discutir los gastos” para ir hacia “algo más equitativo”. “Si queremos en serio comenzar a construir una sociedad más justa, más equilibrada, considero que tenemos que empezar a corregir esta situación”, lanzó.
En los cierres, el salteño Juan Carlos Romero argumentó su voto en contra al considerar que el Presupuesto “tiene un sesgo general demasiado estatista”, y fustigó a la Cámara de Diputados por la creación de nuevos impuestos. “Ni este Presupuesto, ni la concepción de quienes gobiernan tienen la visión de una estabilidad macroeconómica, creen que el Estado todo lo puede y eso no es así”, opinó.
En tanto, el jefe del interbloque Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, dijo que el Presupuesto es "de ajuste" y cuestionó la gestión de Alberto Fernández a casi un año de su asunción. “Es bueno reconocer que ha habido una mala gestión. La prolongación de la cuarentena fue un error. También hubo mala gestión porque se estableció una falsa confrontación entre economía y salud. Y en esa mala gestión tampoco se advirtió, mientras perdíamos meses en discutir la agenda de las personas, que debemos discutir la agenda de la institucionalidad”, expresó el radical.
Con numerosas críticas al gobierno de Cambiemos, el presidente del Frente de Todos, José Mayans, disparó: “Tenemos una oposición despiadada, salvaje, que no está dispuesta a ayudar en nada”. “Este es un Presupuesto que tiene una visión federal, que no discrimina y que busca encauzar realmente al país en el crecimiento”, defendió y pronosticó que "una vez que tengamos la vacuna va a haber un efecto rebote, va a estar la economía a pleno funcionando".
El Presupuesto prevé para el año próximo un crecimiento del 5,5% del PBI, un déficit fiscal del 4,5%, una inflación interanual del 29% y un dólar a 102,4 pesos.
También proyecta un crecimiento del consumo privado del 5,5%, y del 2% del consumo público; un incremento del 10,2% en las exportaciones y del 16,3% en las importaciones.
El financiamiento del déficit provendrá en un 40% de la deuda pública, y en un 60% del Banco Central (emisión monetaria).
La inversión en infraestructura se duplicará, pasando del 1,1% en 2019 al 2,2% en 2021, lo que significa 835.000 millones de pesos.
Un dato relevante del proyecto enviado por el Ejecutivo es que, dado que supone que la pandemia finalizará en el corto plazo, no contempla el IFE ni el ATP. De hecho, el propio Guzmán informó este jueves que el Gobierno no pagará la cuarta edición del IFE.
En la comparación 2020-2021, el gasto en infraestructura crecerá del 1,1% al 2,2%; en educación y conectividad pasará del 1,1% al 1,3%; en salud pública, del 0,3% al 0,5%; y en innovación y desarrollo, del 0,2% al 0,5%; mientras que en intereses de deuda el gasto bajará del 3,4% al 1,5%.
Se destinarán casi 95.000 millones de pesos al financiamiento de la producción, a través de diferentes herramientas, y se asignarán otros 115.000 millones a la asistencia alimentaria y 113.000 millones al plan Potenciar trabajo, donde se unificaron todos los planes sociales.
Se destinarán 65.000 millones de pesos en subsidios al transporte automotor de pasajeros del AMBA y 20.500 millones para las provincias del interior, un monto que originalmente era de 13.500 millones pero se amplió en Diputados.
Otro agregado negociado en la Cámara baja es que las transferencias del Fondo Especial del Tabaco a las provincias productoras serán mensuales y automáticas.
En cuanto a impuestos, se modifica el impuesto a las apuestas y juegos de azar aumentando la alícuota del 2% al 5%, con atenuantes para sujetos con inversiones genuinas y agravantes para aquellos radicados en paraísos fiscales; y se crea un régimen aduanero especial de frontera para toda la provincia de Misiones.