La diputada nacional Beatriz Ávila presentó un proyecto de electores no presenciales. La iniciativa busca conformar un registro de electores que hubiesen optado por emitir el sufragio por correo postal. Los mismos tendrán una fecha máxima de registro pudiendo hacerlo aduciendo razones de distancia, salud, edad.

En los fundamentos, la legisladora señala que ya desde la primera constitución sancionada “se aludía la necesidad de que por todos los medios posibles el pueblo elector argentino salga de la apatía cívica en que vive, que se le provoque por todos los medios a la actividad cívica”, y que la consecuencia de concebir al voto como una función es que el ciudadano está obligado a votar, “como todo funcionario está obligado a desempeñar las funciones de las que se encuentra investido”. 

Ávila argumenta que con este proyecto “tratamos de cumplir con la premisa de la democracia representativa que requiere la existencia de una participación y así con la extensión de la democracia, de los derechos políticos y de la democratización horizontal de la política, la participación electoral pasa a ser contemplada como derecho. Dar una nueva forma para ejercer el deber del voto es otorgar un derecho: con el voto por correo postal apuntamos también a darle medios a los electores y alternativas para ejercer su participación”. 

“Dar la opción del voto por correo postal es poner en marcha un mecanismo igualador para que quienes no puedan asistir a votar ingresen en el padrón de voto por correo a la hora de elegir sus representantes, justificándose aún más cuando hay peligro de que miembros de cierto sector dejen de participar tal es el caso de adultos mayores que por cuestiones de salud no pueden salir, por lo que apuntamos a qué intereses de ese sector no queden ignorados afectando la calidad epistémica del proceso democrático”, agrega en este sentido la diputada por el partido por la Justicia Social de Tucumán. 

Asimismo, señala los afectos adversos que expuso la pandemia: “Nos pone en guardia, nos exige nuevos hábitos de vida que por momentos nos hacen pensar que llegaron para quedarse, todo este contexto exige adaptabilidad a las nuevas circunstancias y es necesario comenzar a debatir sobre prácticas que van a requerir análisis y que por ser nuevas no ser á n menos democráticas ni menos constitucionales”. 

“Todo 2020 modificamos rutinas y hábitos, de nosotros depende continuar haciéndolo en pos de lo mencionado para mejorar la calidad de vida, procurando participación. Diversos países tienen incorporado el voto por correo postal con buenos resultados. Por lo expuesto solicito el acompañamiento de mis pares”, concluyó Ávila.