Se llevó a cabo la primera jornada del 41º Convención Anual del IAEF
Bajo el lema “El futuro del Día Después” expusieron diversos analistas en formato de modalidad online.

Este miércoles se llevó a cabo la primera jornada de la 41º Convención Anual del IAEF (Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas), bajo el lema, “El Futuro del Día Después”. Este año en formato de modalidad online.
A continuación, un resumen de los principales expositores:
Santos Gianuzzo – presidente del Comité Organizador de la 41º Convención del IAEF
Desde marzo todo quedó en pausa. Y pasaron ocho meses. Pero pudimos adaptarnos –dijo Santos Giannuzzo. Estamos hoy con una Convención distinta. Con el apoyo de tanta gente. El país está destruido. Nos parece imposible pensar en una reconstrucción. El futuro del día después parece imposible. Pero es imprescindible.
Pablo de Gregorio – Socio de EY. Encuesta de Financiamiento e inversiones
Tuvimos un nivel muy alto de respuestas. El impacto del 2020 fue muy fuerte. Enprecios relativos hubo una gran dispersión por sector y las rentabilidades cayeron significativamente. Aunque también hubo ganadores. El escenario 2021 estará ligado al comportamiento de las vacunas.
La pandemia expuso ciertos atributos. La importancia de la transformación digital en nuestro modelo de negocios. Dependemos de un plan económico duradero, incentivos fiscales y moneda estable. El futuro del día después debe ser un punto de inflexión para un crecimiento inclusivo y estable.
Los desafíos son muchísimos. Tanto de corto como de medio y largo plazo. Como profesionales de las finanzas tenemos que enfrentar la transformación digital, herramienta clave. Otro tema es la búsqueda de reducción de costos y mejora de la eficiencia permanente. Ser una compañía socialmente responsable y tener en cuenta el medio ambiente es otro desafío.
Mucha gente ha probado en esta pandemia el comercio electrónico. Tendencia que continuará después de la pandemia. Nos dimos cuenta de que era posible trabajar desde casa. Y reduciremos los viajes de negocios. Esta pandemia ayudará a exportar servicios.
Para el mundo de los agronegocios se viene un ciclo muy positivo. Los precios alcanzan los mejores niveles de los últimos cinco años.
Algunas distorsiones: la brecha cambiaria –para el productor, un dólar a menos de 50 pesos
Miguel Kiguel – director de Econviews. Martín Tetaz – economista
Todos los países del mundo en forma sincronizada sufrieron una fuerte caída –dijo Kiguel. La salida de la caída puede ser bastante rápida, si aparece la vacuna. A la Argentina la encontró con las defensas bajas. No podemos emitir mucho porque eso va rápidamente a inflación.
La reestructuración de la deuda llevó mucho tiempo, pese a que se logró reestructurarla casi toda, no fue el punto de inflexión que esperábamos. No se logró la confianza esperada y el país sigue sin acceso al mercado de capitales. Tenemos una inflación que rondará el 38% y el año próximo podría subir, con un déficit fiscal muy alto y aumento de la pobreza.
Los precios de las commodities están muy altos, el petróleo sube, tenemos un escenario internacional muy favorable. Argentina necesita un programa creíble. Al Estado no le quedan recursos para la inversión pública, por eso el acuerdo con el FMI es central.
La inflación es un problema. Y el déficit fiscal, cuya reducción tiene que venir por los gastos y no los impuestos, y las reformas estructurales que pida el FMI.
Para Tetaz, hay una incertidumbre global que afectó a todas las economías, aunque en diferentes grados y matices. Argentina quedó muy mal parada: estamos en el top ten de muertos y de caída de la economía.
El IFE fue el paradigma del fracaso del Estado, un fracaso rotundo. Y si fracasaron en regalar dinero, no soy tan optimista con el tema de la vacuna. Si viene aquí la “segunda ola”, ¿qué va a pasar?
Para el IFE, por ejemplo, tendría que haber un indicador objetivo y no estar sujeto a decisiones arbitrarias. En el mundo ninguna economía está volviendo al cierre. Si viene la segunda ola, ¿Argentina va a evitar sus consecuencias?
La pandemia aceleró el cambio tecnológico.
Enrique Szewach – economista. Claudio Zuchovicki – gerente de Difusión y Desarrollo de Mercado de Capitales de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires
Argentina no es bimonetaria, es una economía dolarizada. EEUU fortaleció al dólar, tasa cero, suba de commodities y un mundo extremadamente benigno para los emergentes.
La buena noticia es que sigue la política monetaria de Trump, pero sin Trump. Biden no va a ser demócrata en la política económica. Estamos en el mejor de los mundos en política internacional.
La suba de los commodities en el corto plazo es un problema para la Argentina. Con lo que suben todos los precios vinculados. También sube el precio del petróleo.
El único que puede cambiar las condiciones de liquidez es el Banco Central. El BCRA heredó una economía desmonetizada, por el plan de emisión cero para evitar el descontrol de las variables nominadas. Una economía sin moneda permitió emitir pesos sin generar demasiada presión inflacionaria. Hasta que llegó la pandemia.
Ahora el gobierno decidió emitir deuda interna en vez de financiarse por el Banco Central. Coloca deuda contra leliqs.
Argentina tiene una cantidad de pesos que supera a la demanda. Mientras el déficit fiscal no se reduzca sustancialmente, vamos a una inflación más alta. La liquidez actual es incompatible con un programa de estabilización. Hoy todos los precios relativos tienen que subir.
Las jubilaciones y los salarios son las variables de ajuste. El Banco Central o libera pesos o los absorbe: tiene frazada corta.
Cómo construir un mercado de capitales cuando la institucionalidad está destruida. Más que discutir instrumentos terminando discutiendo la posibilidad de que nos manoseen esos instrumentos. ¿Es confiable una moneda argentina? Al no tener moneda no se puede planificar a cinco o seis años. En el mundo no se discute la ejecutividad de un cheque o de una hipoteca.
Hay precios distorsivos, hay inflación. En el 2021 encontraremos precios con expectativas inflacionarias. El gobierno le puso piso al dólar: la economía empezó a entender que el dólar está más cerca de los 140 que de los 80 pesos.