La ministra de Mujeres, Género y Diversidad se refirió al tratamiento del proyecto sobre legalización del aborto, y destacó el proceso de debate público que permitiría su aprobación.
En diálogo con Parlamentario.com, la ministra de Mujeres, Género y Diversidad de la Nación Elizabeth Gómez Alcorta se refirió al tratamiento del proyecto de legalización del aborto en la Cámara baja, y las chances de que finalmente sea aprobado. Además, se expresó respecto al proceso de debate público, acentuado desde el 2018, y la importancia de que el Gobierno impulse el proyecto.
-Los números parecerían favorables a la aprobación de la ley, ¿con qué crees que tiene que ver? ¿Cuáles son las claves?
Yo soy prudente, voy paso a paso. Tenemos expectativas de tener la media sanción. Esperamos que el tratamiento en el Senado sea la más rápida posible. Los votos en el Senado hoy no están garantizados, pero esperamos encontrarnos con una situación distinta a la del 2018.
Creo que se ha llegado con un discurso, y con un proyecto, primero en clave de salud pública centralmente, y con un planteo que así fue enviado por el Poder Ejecutivo. Creemos que eso hace, en parte, una diferencia. Y la otra gran diferencia es que hay un ambiente poco beligerante. Y eso creo que tiene que ver centralmente con que existió un 2018, un 2018 que puso en la mesa el debate. Que hizo que todo el mundo tenga que hacer público una posición sobre un tema que históricamente fue tabú. Hay que decir que del 2018 para acá dejó de ser un tema tabú, tanto es así que en las elecciones 2019 fue un tema de campaña, como no había sido nunca antes.
Llegamos con discurso más alineado en clave de salud pública, con una mirada del Estado enviando dos proyectos con la idea de acompañar a todas las mujeres, y eso implica una mirada integral de la salud de las mujeres y de las personas gestantes. Creo que de algún modo esto es parte del proceso que se inició dos años atrás, y mucho antes también. Y tercero que claramente se trata de un proyecto del Ejecutivo, que no había sucedido antes.
-¿Las modificaciones que se le introdujeron en el plenario de comisiones al proyecto estaban pensadas un poco más en función del debate que se va a dar en el Senado para ver si se pueden conseguir los votos?
Los cambios y las incorporaciones que se hicieron al proyecto se hicieron escuchando las voces de todos los bloques, nosotros entendemos que el pedido de algunos de los cambios puede llegar a obedecer a algunas de las necesidades de los senadores o las senadoras de los bloques, pero centralmente escuchamos y los trabajamos porque nosotros buscamos que sea un texto que puedan sentirse representados la mayor cantidad de legisladores, tanto en Diputados como Senadores. Esperamos que así sea, y que no haya cambios una vez que llegue al Senado.
-¿La fecha tentativa de votación en el Senado sigue siendo el 29, o todavía está por definirse?
Dependerá de cuántos días de tratamiento en las comisiones haya. Hay que decir que en el Senado, a diferencia de la Cámara de Diputados, que se puede llamar a sesión especial al día siguiente se requieren siete días, así que una vez que tengamos en claro el cronograma de las reuniones de comisión, sabremos en qué fecha probable se puede llegar a tratar, pero es ir un paso más adelante, lo sabremos en los próximos días.
-¿Se vota antes de fin de año?
Es la expectativa que nosotros y nosotras tenemos, hay que decir que, igualmente, el Ejecutivo convocó a Extraordinarias para el mes de enero y febrero, y que en el listado de temas por los cuales se convocó, están los dos proyectos que esperamos que se traten de manera conjunta.
-¿Está bien que haya objetores de consciencia?
Sí, yo no tengo ninguna duda. Que haya objetores de consciencia me parece que es un derecho garantizado por la Constitución nacional, hoy por hoy ya tenemos leyes con objeción de consciencia, por ejemplo, las leyes vinculadas a la ligadura tubaria, y hay que decir que la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha hecho mención de esta garantía, y yo soy mucho respetuosa de ella.
Yo recuerdo siempre la objeción de consciencia para el servicio militar obligatorio, y siempre fui muy defensora de la objeción de consciencia individual porque es un ámbito de autonomía. Que obviamente no es frente a cualquier hecho, hay que poder justificarlo, no se trata de cualquier situación, sino que efectivamente tiene que estar vinculado a tus convicciones, y no tiene que estar en juego la vida, la salud de otra persona, eso cede en ciertos supuestos, como todos los derechos.