Tres indefinidos confirmaron su voto a favor del aborto legal y se estira la mayoría, con Menem ausente

La entrerriana Stella Maris Olalla intervino en la sesión y reveló que acompañará el proyecto. De esa forma, la proyección arroja 37 votos afirmativos, 32 negativos y solo uno sin confirmar.

Foto: Comunicación Senado

Crece la diferencia a favor del aborto legal y la aprobación del proyecto en el Senado está prácticamente asegurada. Tres de los indefinidos -la entrerriana Stella Maris Olalla, la neuquina Lucila Crexell y el salteño Sergio “Oso” Leavy- , confirmaron por la noche su voto afirmativo y de ese modo hicieron crecer la tendencia “verde”.

Con las dudas despejadas acerca de Olalla, Crexell y Leavy, el conteo realizado por parlamentario.com arroja 37 votos afirmativos, 32 negativos y solo uno sin confirmar: el oficialista Edgardo Kueider (Entre Ríos).

Minutos después de las 22.30, Zulemita Menem, hija del expresidente Carlos Menem, confirmó que el senador -que se encuentra internado en grave estado- no podrá participar de la votación, lo que significa un voto “celeste” menos.

Los discursos más esperados

Tras permanecer en silencio en todo momento, Olalla pronunció un discurso donde sostuvo que con el aborto legal “se conquistaría una nueva causa”.

La senadora hizo referencia a la definición del concepto de salud acuñada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) “desde 1.948”, donde “puntualmente dice que la salud es un estado completo de bienestar, fundamentalmente físico, mental y social”.

Agregó que “los tratados internacionales firmados y comprometidos por la República Argentina ratifican lo expresado por la OMS más o menos en los mismos términos”.

Olalla habló de “estadísticas preocupantes” de embarazos no deseados, “no solamente de la Capital Federal sino de las provincias”, y señaló que “cabe preguntarse qué ha hecho el Estado en ese sentido para corregirlo, cómo se ha protegido el derecho a la salud”.

“Estamos tratando de reducir las muertes y las consecuencias gravísimas de las mujeres que acuden en la clandestinidad para resolver el problema de los embarazos no deseados”, aseguró la legisladora.

Finalmente, expresó: “Entendemos que se trata de una cuestión de derechos, que el Estado debe elegir la continuidad de un embarazo o no de acuerdo con la autonomía de la voluntad de la mujer. En definitiva, se conquistaría una nueva causa”.

Poco tiempo después fue el turno de Crexell, quien indicó que “a pesar del rechazo del proyecto que se puso a consideración” en 2018, “el debate siguió presente en la agenda social y política”.

“Reafirmo la necesidad de escuchar y respetar todos los argumentos, porque representan ideas presentes en nuestra sociedad y es correcto que el Congreso sea la caja de resonancia de todas esas miradas”, planteó.

La neuquina reconoció haber “reflexionado profundamente” después de abstenerse en la anterior votación, y dijo: “No cambié mis creencias personales, no cambié mi modo de pensar respecto de lo que creo sobre el aborto. Cambié el enfoque: no se trata de feminismo o religión, es una causa silenciosa que mata y escribe historias muy tristes en nuestro país”.

Crexell enfatizó que el tema “no admite posiciones absolutas ni respuestas obvias”, y añadió que “no es un debate fácil ni cómodo ni para quedar bien con nadie”.

“Los abortos no deberían existir, pero existen. Entonces, ¿qué es lo que falló? La estrategia punitiva”, sentenció, y en ese sentido afirmó que “nada cambió” desde que se rechazó la ley por primera vez: “Las mujeres siguieron abortando, y muchas en condiciones de soledad y ocultamiento”.

Al sumar razones a su voto positivo, consideró al igual que Olalla que “estamos ante un tema de salud pública” y “una cuestión de justicia social”, ya que “es un hecho insoslayable que aquellas personas que no cuentan con recursos se exponen a condiciones de precariedad” a la hora de realizarse la práctica.

Por su parte, Leavy manifestó: “La verdad es que personalmente me opongo, odio el aborto y creo que nadie de los aquí presentes está de acuerdo con el aborto; ninguno de todos los argentinos lo queremos, pero existe”.

“Hay mujeres que hacen un esfuerzo sobrehumano para ser mamás, pasan por tratamientos y muchas dejan parte de su vida, hacen de todo para ser mamás… hay otras mujeres que con la misma fuerza, contra viento y marea, deciden no ser madres e interrumpir su embarazo”, observó.

Al comparar este debate con el de 2018, dijo que “esta vez tenemos un proyecto diferente” y confesó: “Me di cuenta que esto no se trata de mí, de mis creencias o formación, sino que es algo que le compete a muchas mujeres”.

“Lo que me hizo tener esta mirada es la ley de los Mil Días, una ley completamente antiaborto con acompañamiento económico, de salud e información”, agregó.

Leavy sostuvo que “hoy tenemos que poner blanco sobre negro, tenemos que acompañar a esas mujeres que ya tienen decidido que quieren abortar para que lo hagan en los hospitales y seguras. No las dejemos que lo hagan de manera insegura. He comprendido a las mujeres que deciden abortar. Esta ley no promueve el aborto, solo les da un marco seguro para que no mueran en el intento”.

Por último, subrayó: “No se trata de estar a favor del aborto, se trata de estar a favor de la vida de las mujeres. Si mi voto hace que una mujer no muera por aborto, entonces lo voy a hacer”.

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