Enfrentados por esta vez, Mayans y Fernández Sagasti cerraron el debate de aborto legal
El jefe y la vicejefa del Frente de Todos, referentes de ambas posturas en torno a la ley, dieron los últimos discursos de la histórica jornada.

En la recta final de la histórica sesión en el Senado durante la que se aprobó la legalización del aborto, el jefe y la vicejefa del bloque Frente de Todos, José Mayans y Anabel Fernández Sagasti, respectivamente, cerraron el debate representando las dos posturas en torno a la ley.
Primero fue el turno de la mendocina, quien fue una de las que trabajó arduamente para conseguir los votos en la Cámara alta, donde la iniciativa había sido rechazada hace un poco más de dos años atrás.
“Si se aprueba esta ley, mañana la sociedad no va a ser la misma. El Estado no va a ser el mismo, porque ya no nos va a empujar más a la clandestinidad y, además, habremos conquistado el poder de decidir. Creo que es esa la centralidad de este debate: el poder de decidir que estamos conquistando las mujeres”, sostuvo.
La oficialista destacó que con la sanción de la ley “nos queda un horizonte muy bueno porque vamos a demostrar que la dirigencia política es capaz de ponerse de acuerdo sin mezquindades, poniendo por delante los intereses de las mayorías”.
“Pienso, sinceramente, que no solo es la revolución de las hijas, sino que también es la revolución de las madres, de las abuelas, de las hermanas, de las sobrinas, de todas; y que, transversalmente, el movimiento de mujeres nos interpela, a la dirigencia política, a construir en transversalidad”, continuó.
Para la senadora, “el Poder Ejecutivo nacional ha tomado una decisión difícil, con mucho coraje, diría yo, porque lo más fácil es seguir mirando hacia otro lado; lo más fácil es hacer y seguir haciendo desde el Estado lo que se viene haciendo desde hace siglos: mirar para otro lado”.
“Quiero repetir algo que dijeron varias y varios hasta el cansancio: si hoy saldamos esta deuda de la democracia y es ley la interrupción voluntaria del embarazo, las mujeres vamos a haber conquistado el derecho y el poder de decidir sobre nuestro proyecto de vida”, remarcó.
Y aclaró que “a quienes no están de acuerdo, nadie los va y las va a obligar a absolutamente nada. Simplemente, el Estado se va a hacer cargo de brindarles salud a mujeres y a personas gestantes que han decidido interrumpir su embarazo, a las que nada ni nadie va a parar en esa decisión”.
“Yo reconozco que hay muchos que, por una cuestión religiosa, no votan este proyecto. Puede traer conflictividad moral, ¿se puede decir? Yo reconozco que perturbe la conciencia de algunos, pero no lo comparto. No comparto ni el cinismo ni la hipocresía que significa que la interrupción voluntaria del embarazo no sea ley en la República Argentina”, enfatizó.
Entonces, la legisladora cargó contra sus pares varones que votan en contra: “No comparto el cinismo de aquellos colegas, sobre todo varones, que opinan desde sus bancas, cuestionando que la comisión cabecera sea la Banca de la Mujer, porque eso en el fondo es cuestionar nuestro poder de decidir”.
“Soy feminista porque soy peronista. Y que el Ejecutivo nacional, peronista, haya mandado este proyecto de ley al Congreso de la Nación, hace la alquimia perfecta entre el peronismo y el feminismo”, concluyó Fernández Sagasti.

Luego fue el turno del formoseño, acérrimo opositor a la ley, quien repasó que la Constitución Nacional contempla “la protección integral desde el embarazo”; y mencionó también la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos del Niño y el Código Civil, que hablan de la vida desde la concepción.
“Hay que modificar la Constitución o hay que renunciar a estos tratados internacionales, o hay que hacer reservas expresas y someterlas al cuerpo -en ambos casos se necesitan los dos tercios-, para que sean válidas. Nosotros tenemos que respetar la Constitución y los tratados internacionales, porque es la base de nuestro esquema jurídico”, subrayó.
El presidente de la bancada oficialista manifestó que “nosotros estamos totalmente de acuerdo con la ampliación de los derechos de las mujeres. Estamos de acuerdo también con la autonomía y con las libertades. Estamos totalmente de acuerdo, porque son nuestras esposas, nuestras hijas”.
Pero apuntó: “Estamos absolutamente de acuerdo, siempre y cuando, como dice el artículo 19 de la Constitución, no dañe a terceros. Siempre y cuando no dañe a terceros, porque hay un límite en todo derecho, que es donde empieza el derecho del otro. Como usted dice, la patria es el otro”.
En su discurso, el legislador dijo que el niño por nacer “tiene un ADN distinto del de la madre” y “es ser humano desde principio a fin”. “Lo que se está engendrando ahí no es un animal o una planta que, de repente, cambia y se transforma en ser humano. Es un ser humano siempre. Desde que se lo engendra es un ser humano”, insistió.
En esa línea, Mayans fustigó que “hay distintos estatus acá: está el niño deseado y el niño no deseado. Para el niño deseado, todo; para el niño no deseado, ni justicia. O sea, para el niño no deseado, es la pena de muerte. ¡El Estado no puede hacer eso! ¡El Estado no puede alegar eso, porque en la Argentina no existe la pena de muerte!”.
“La mayoría de los constitucionalistas que vinieron dijeron que esta es una ley inconstitucional, inaplicable, de muy mala redacción. Es de tan mala redacción esta ley que hay un senador preopinante que objetó prácticamente en toda su dimensión la ley, artículo por artículo”, se quejó y alertó que “es una ley que tiene el derecho al aborto absoluto antes de las 14 semanas y después de las 14 semanas hasta los 9 meses”.
También, el senador agregó que “no” está “de acuerdo con la penalización del aborto, estoy de acuerdo con la despenalización. Estoy absolutamente de acuerdo con eso, porque no se puede criminalizar. Pero hubiésemos empezado por ahí”.