Emblemática por haber sufrido un gravísimo ataque por parte de motochorros hace una década tras salir de un banco, producto de lo cual perdió un embarazo de 8 meses, la actual diputada provincial Carolina Piparo fue nuevamente este viernes víctima de un hecho delictivo.

Y ella misma lo contó en su cuenta de Twitter al promediar este primer día del año. “Recién logro conectarme después de haber pasado nuevamente por un delito. Fui abordada por 6 delincuentes en moto, mi familia y yo estamos bien. No es el principio de año que nadie espera. Gracias por preocuparse y por el apoyo, cariños a todos”, escribió.

Seis delincuentes la asaltaron entonces este viernes en la madrugada. “Hoy lo puedo contar porque los seis motochorros que me abordaron decidieron no disparar”, señaló a la agencia estatal Télam.

El hecho ocurrió en la ciudad de La Plata, donde Piparo vive, en la calle 44 entre 15 y 16, y estaba acompañada por su esposo cuando llevaban a su padre a su domicilio. Le robaron la cartera y el celular.

Luego de reportar el incidente al 911, la policía le indicó a qué comisaría concurrir para radicar la denuncia. Y cuando iban hacia la misma, volvieron a ver las motos que los habían abordado, según detalló luego la diputada provincial.

Según su relato, comenzaron a seguir a las motos, mientras ella daba aviso al 911, hasta que las motos les cerraron el paso. Chocaron a una de ellas y tres de las motos comenzaron a perseguirlos, hasta que dieron con la policía.

El episodio tuvo lugar en 21, entre 38 y 39, y la versión de esos motociclistas difiere. Los motociclistas arrollados son dos jóvenes de 23 y 17 años que dijeron haber sido perseguidos y arrollados por el auto que conducía el marido de la legisladora, Juan Ignacio Buzali. Ante la controversia generada, se abrió otra investigación a cargo de la fiscalía N°17, caratulada como lesiones leves.

Piparo aclaró que al cruzarse con los motociclistas pensaron que habían sido quienes los asaltaron y su objetivo no era embestirlos, sino no perderlos de vista para que la policía, a la que mientras tanto llamaban, llegara.