Clima de alta tensión por acusaciones de lawfare y cruces entre diputados
El oficialista Martín Soria habló de “un Poder Judicial rancio, corrompido y sin rastros de independencia”. Durísimo cruce entre Fernando Iglesias y Rodolfo Tailhade.

Ya venían encendidos los ánimos cuando el diputado oficialista Martín Soria (Río Negro) echó más nafta al fuego, al emprenderla contra la supuesta “mesa judicial” que habría funcionado en tiempos de Cambiemos, a través de la cual “se manipulaba a la Justicia”. “Convirtieron la Casa Rosada en la sede oficial del lawfare”, sintetizó el legislador, que agregó que el despacho oficial del presidente se convirtió a su vez “en la agencia de Clarín y La Nación”.
Habló de “un Poder Judicial rancio, corrompido y sin rastros de independencia e imparcialidad”, y afirmó que “el lawfare en la Argentina perdió su sede en la Casa Rosada, pero sigue más vivo que nunca en algunos despachos del Poder Judicial; en algunos despachos de la Corte Suprema o de Comodoro Pro (SIC)”.
“Es raro que hablen de lawfare los miembros de un partido que desde 1983 controlan el Senado, porque todos los jueces que han sido designado pasaron por el filtro del Partido Justicialista, compañeros”, repuso a continuación el diputado Fernando Iglesias. Y enumeró: “Cuatro de cinco miembros de la Corte Suprema de Justicia los designaron gobiernos peronistas, compañeros; diez de doce de los de Comodoro Py los designó el gobierno justicialista, compañeros… Así que si quieren hacer limpieza en la Justicia, nosotros estamos de acuerdo, empecemos”.
Iglesias planteó entonces una cuestión de privilegio contra su colega Rodolfo Tailhade, quien lo denunció recientemente por supuesto “enriquecimiento ilícito”. Dijo tener 63 años y que tendría que concurrir a un tribunal para defenderse por primera vez. “Y eso me llena de pena, pero me llena de orgullo que lo haya hecho un canalla que es el del chiquero de las denuncias, y en cierta forma estoy contento porque ya me sentía discriminado, porque ya había denunciado a casi todo nuestro bloque por las cosas más insólitas”, apuntó.
Luego detalló las denuncias que le hizo Tailhade, puntualmente respecto a un incremento patrimonial del 1300% y la propiedad de “un fastuoso loft en un edificio de Barracas, propiedad de Macri”.
“Después resultó que el fastuoso loft no estaba en Barracas, estaba en La Boca, no era propiedad de Macri, no eran 300 metros, y yo no tengo ninguna propiedad en ese edificio, y lo voy a probar”, agregó. Con todo, apuntó que “curiosamente ese loft desapareció de la denuncia”, luego de haberse hablado en lo que definió como “cadena de medios” oficialistas. Tras rechazar irregularidades sobre su patrimonio y apuntar que se le está imputando haber incrementado sus bienes en 50 mil pesos por mes. Concluyó dirigiéndose a sus pares del oficialismo, a los que recomendó pensar “en qué se han convertido, porque arrancaron hablando de derechos humanos y ahora bancan al dictador Gildo Insfrán, y las operaciones de los servicios de la SIDE disfrazados de diputados”.
De manera remota habló a continuación el diputado Tailhade, quien sostuvo que “durante 2018 y 2019, mientras el país se empobreció por la crisis generada por el gobierno más inútil de la historia, mientras a los argentinos les iba muy mal, el diputado Iglesias viajó por todo el mundo… En esos informes de gestión no aparece ninguna consideración de esos viajes”.
La cuestión de privilegio de Rodolfo Tailhade contra su par Iglesias era entonces porque “ponen en crisis la legitimidad de nuestro ejercicio”. Enumeró a continuación los viajes realizados por el diputado de Juntos por el Cambio y relacionó a los mismos con congresos organizados por el Consejo Federalista Mundial, que el propio Iglesias preside. “Este sñor se autoinvitaba a sus propios congresos”, denunció, precisando que en tres viajes había recibido en concepto de viáticos 7.076 dólares. “Más de un millón de pesos para que este señor recorriera el mundo vaya a saber para qué”, razón por la cual pidió a la presidencia de la Cámara “investigar en profundidad” el tema, asegurándose “convencido de que hubo un fraude a la Cámara de Diputados. Que (Emilio) Monzó fue engañado, que otorgó viáticos para viajes que deberían haber sido costeados por la propia organización. Esto pone en crisis nuestro cargo”.