A menos de un mes del asesinato de Alejo Oroño, un nuevo caso sucedió esta semana. El hecho ocurrió en la localidad bonaerense de Campana. La atacante, de 19 años, lo asesinó a cuchilladas por celos. “La violencia no tiene género, necesitamos que se aborde de manera integral esta problemática para prevenir más muertes”, sostuvo el diputado nacional Eduardo Cáceres.

Según estadísticas, en promedio, el 34% de las mujeres y el 22% de los varones agredieron físicamente a sus parejas en el último año de relación, según el estudio de Karin Arbach y Antonella Bobbio, investigadoras del CONICET. Por eso el diputado Eduardo Cáceres impulsa el tratamiento de la “Ley Alejo”, que extiende la capacitación obligatoria, prevista por la Ley Micaela, para el personal del Estado (en especial policial y judicial), una línea gratuita de asistencia y comisarías especializadas capaces de atender las diferentes formas de violencia desde la perspectiva de los diferentes géneros y la diversidad sexual. “A los hombres les da vergüenza denunciar, pero también sufren violencia”, remarcó.

Un informe de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) indica que “los hombres tienen mayores problemas a la hora de pedir ayuda por el estigma que relaciona al varón con el sexo fuerte”.  De los pocos datos relevados por ese organismo, dependiente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el 23% de las personas denunciadas en 2019 fueron mujeres. Y la violencia de pareja (incluye: cónyuges, convivientes, novias/os y ex parejas) resulta la principal causa de denuncia entre los mayores de 18 años, y se estima que el número sería mayor si habría conocimiento de las normas y comisarías especializadas.

Otro estudio titulado «Partner Abuse State of Knowledge Project», publicado por el Grupo de Investigación de la Violencia Doméstica (Revista Springer Publishing “Partner Abuse”) demostró que existe paridad en las tasas para hombres y mujeres tanto como agente activo como agente pasivo del abuso y se recomienda reconocer a las víctimas masculinas.

“Un tema que claramente es un tabú social y un fenómeno distinto y debe legislarse como tal, debido a que su naturaleza, causas y consecuencias serían distintas a la de las mujeres, así como los espacios y formas en que se manifiesta”, señala la iniciativa que desató polémica en las redes sociales y logró la rápida adhesión de colegios de abogados, ONGS, filósofos y psicólogos, porque además aborda otros temas polémicos que padecen los hombres: las falsas denuncias y el impedimento de contacto con los hijos en medio de divorcios conflictivos.

“Hoy muchos hombres padecen violencia social y mediática con escraches y falsas denuncias”, sostuvo Cáceres, y  recordó el caso de Agustín Muñoz, de tan sólo 18 años, que vivía en San Carlos de Bariloche, y que se quitó la vida tras una falsa denuncia de violencia de género.