Con un debate centrado en la presencialidad en las escuelas, el oficialismo logró aprobar el DNU sobre restricciones en pandemia
El senador porteño Mariano Recalde embistió duramente durante su exposición contra el jefe de Gobierno porteño, afirmando que la situación sanitaria de la Ciudad es “catastrófica”.

Por 38 votos a favor y 26 en contra, el oficialismo logró imponer su mayoría en el Senado para aprobar el decreto de necesidad y urgencia del Poder Ejecutivo nacional que reglamenta diferentes medidas sanitarias para mitigar la segunda ola de contagios.
Fue en el marco de un breve debate que fue abierto desde la oposición por el senador salteño Juan Carlos Romero, quien cuestionó y rechazó el DNU puesto en debate al considerar “una exageración esta prórroga”, recordando que el decreto con restricciones “se emitió 24 veces, para prorrogar las medidas de encierro”, algo que consideró “absolutamente exagerado”.
Para el senador del Peronismo Federal, “no se cumple con los requisitos y las limitaciones que la Constitución establece”, advirtiendo que con esta disposición “el Poder Ejecutivo Nacional avanza sobre la educación y se violan absolutamente los principios de autonomía de las provincias”.

El plato fuerte del debate correspondió al representante del Frente de Todos por la Ciudad de Buenos Aires, Mariano Recalde, quien dedicó su exposición a fustigar al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Lo hizo al señalar que frente a un decreto impulsado en el marco de las “medidas urgentes que hay que tomar sin demora” en plena pandemia, “hay un jefe de Gobierno que lanzó su campaña a presidente y entendió que era parte de su campaña quedar bien con los anticuarentenas, los antivacunas, con los libertarios, y empezó a hacerse el más flexibilizador, creyendo -en mi opinión equivocadamente- que con esto le iba a rendir mejor electoralmente”.
“No tengo la menor duda de que esto fue lo que empujó al jefe de Gobierno de la Ciudad a ir separándose de la estrategia común que llevaba adelante la mayoría de las jurisdicciones”, apuntó.
Para Recalde, esta diferenciación de parte de Rodríguez Larreta con el Gobierno nacional comenzó a darse a principios de año, con lo que definió como “el anuncio marketinero y ventajero sin tener ninguna condición preparada, sin tener medidas establecidas, sin inversión en infraestructura escolar, para llegar primero con el anuncio de las clases, que por supuesto no pudieron hacerse como se habían anunciado”.
Recalde sostuvo que el jefe de Gobierno “después se fue diferenciando con más medidas”, y citó en ese sentido que justo cuando en la Casa de Gobierno se desarrollaba una reunión de los jefes de Gabinete de la Nación, provincia de Buenos Aires y de CABA, él firmaba con los dirigentes de Juntos por el Cambio “una carta abierta que decía que no iba a aceptar ninguna medida sanitaria, rompiendo el diálogo”.
“Y ahí vino después un decreto para el que no se lo consultó, porque ya habían dicho que no lo iban a cumplir”, agregó el senador kirchnerista, que hizo referencia luego a la apelación por parte de la Ciudad a la Corte Suprema de Justicia.
Recalde afirmó a continuación que “la Ciudad de Buenos Aires evidenció el más rotundo fracaso en la política de atención y combate a la pandemia; es el distrito que tiene los peores indicadores, al que peor le fue. Tiene 402 personas fallecidas cada cien mil habitantes; el que la sigue tiene casi la mitad, y abajo Misiones, con 23 fallecidos cada cien mil. 402 contra 23, y nos quieren dar clases de cómo atender la pandemia… La verdad que les fue muy mal”, remarcó, asegurando que la Ciudad “está en una situación catastrófica; el sistema sanitario está al borde del colapso”.
“¿Qué pasó entonces para que Horacio Rodríguez Larreta, cuando había muchos menos casos aceptó estar un año sin presencialidad en las escuelas, y de golpe empezó a confrontar con el presidente y la desobediencia a una medida muy concreta y puntual: la suspensión de la presencialidad escolar 15 días”, se preguntó.
Recalde leyó después una investigación del Conicet que concluyó que un contexto de alta circulación viral contribuye significativamente a disminuir los contagios y por ende a las internaciones y fallecimientos. Luego citó documentos de revistas internacionales como Nature y The Lancet, que sostuvo afirman que “los cierres de las escuelas son eficaces” en tiempos de pandemia.
Por el contrario, disparó que a Juntos por el Cambio “les agarró el ataque por defender la educación; un ataque repentino que no tuvieron mientras fueron gobierno y que no tienen mientras son gobierno (en la Ciudad) hace 14 años”, afirmando que allí “baja año tras año el presupuesto destinado a la educación, hoy tiene el presupuesto más bajo de toda su historia, y es el distrito que menos porcentaje destina a la educación”.
E insistió: “Les agarró un ataque repentino por defender la presencialidad, cuando Macri se hizo famoso por decir que en la educación pública se cae, es un lugar residual adonde va quien no tiene recursos”.
Recalde concluyó reprochándole al Gobierno porteño haber suspendido las clases presenciales y virtuales los tres días alcanzados por el último decreto del PEN, y no haber mandato tampoco comida a las escuelas esos días.
La réplica opositora
Tras su intervención y antes de pasar a la votación, pidió intervenir la senadora Guadalupe Tagliaferri, por haberse sentido aludida como senadora de la Ciudad. Al planteársele que su intervención solo podía justificarse a través de una cuestión de privilegio, la dirigió al senador Recalde, por considerar que había sido aludida cuando dijo que una senadora había calificado el documento del Conicet como “un panfleto”.
“No se pueden usar este tipo de artimañas; hay que tener disciplina”, se quejó el jefe del bloque Frente de Todos, José Mayans, que advirtió que se estaba alterando lo acordado en Labor Parlamentaria, y que Recalde no había sido irrespetuoso. “Es una deslealtad parlamentaria”, concluyó.

Tagliaferri aclaró que sería muy breve, y tras afirmar que nunca había calificado de “panfleto” el documento del Conicet, se manifestó “orgullosa de haber dicho que para nosotros la educación cada día cuenta. Lamento mucho que para todos los senadores sea lo mismo un día más o un día menos”.
Afirmó luego que el presupuesto educativo en la Ciudad había vuelto a aumentar y afirmó que “hay un montón de documentación que manifiesta el daño psicológico y pedagógico que genera no ir a la escuela”.
Concluyó asegurando que en la Ciudad se habían construido 54 escuelas nuevas, y habilitado 10 mil vacantes más, cosa que rechazó a continuación Recalde con otra cuestión de privilegio, en la que sostuvo que muchas de esas direcciones asentadas por el oficialismo porteño como nuevas escuelas “son baldíos”.